Al menos nueve personas murieron y decenas más resultaron lesionadas por la explosión de un coche bomba en la academia de policía de la capital colombiana el jueves.
Justo después del ataque a media mañana, el más grande contra una instalación policial o militar en la capital en más de una década, reinaba el caos afuera de la Escuela de Policía General Santander en Bogotá, con ambulancias y helicópteros acudiendo al lugar cuyo acceso suele ser muy controlado.
Testigos dijeron que escucharon una gran explosión que destruyó ventanas en los edificios adyacentes. Fotografías en redes sociales mostraban a un vehículo calcinado rodeado de escombros en el arbolado campus de la academia.
La policía dijo que al menos nueve personas murieron, mientras que el Ministerio de Salud de Bogotá informó que 54 resultaron lesionados. Entre los fallecidos hay un panameño y un ecuatoriano.
Las autoridades no lograban explicar cómo el vehículo, al parecer una camioneta pick-up, se escabulló a través de una reja permanentemente protegida por perros detectores de explosivos, guardias muy armados y cámaras de seguridad.
El presidente Iván Duque dijo que él y sus principales comandantes del ejército apuraron el regreso a la capital de una visita en un estado occidental para supervisar las investigaciones policiales de lo que calificaron un “acto miserable”.
“Todos los colombianos rechazamos el terrorismo y estamos unidos para enfrentarlo”, tuiteó Duque. Colombia “no se doblega ante la violencia”.
Las autoridades de salud en Bogotá hicieron un llamado para que los residentes donaran sangre en uno de los cuatro puntos de recepción en la capital para ayudar a atender a los lesionados, la mayoría de los cuales fueron llevados a un hospital policial.
Por su parte, el fiscal general de la Nación de Colombia, Néstor Humberto Martínez, indicó que el nombre del autor del atentado es José Aldemar Rojas Rodríguez.