El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) Monseñor José Luis Azuaje, manifestó durante la homilía de bienvenida de la Divina Pastora a la catedral de Barquisimeto, que la sociedad venezolana tiene “hambre y sed de justicia verdadera”.
“A la Divina Pastora le pedimos que actúe con su autoridad de madre para que se acabe esta tragedia nacional de miseria, injusticia y corrupción, para que todos juntos podamos construir una Venezuela bonita, donde no tengamos que mendigar un pedazo de pan a costa de perder la libertad sino que con el salario digno cada uno logre su desarrollo integral”, expresó Monseñor Azuaje.
Sobre la migración venezolana dijo que los jóvenes se ven forzados a abandonar el país en búsqueda de mejores oportunidades.
“Se han ido no por moda o por aventura como dicen algunos sino por necesidades básicas de alimentos y salud. ¿Por qué nos toca esta experiencia injusta si nuestro país tiene tantas riquezas?”, se preguntó ante los presentes.
“Dichoso el pueblo venezolano que a pesar de haber sido empobrecido por las pésimas medidas económicas y la corrupción, mantiene su dignidad y ejerce su ciudadanía en los momentos cruciales de la historia. Y que esto nunca se nos olvide”, añadió.
Del mismo modo, Monseñor Azuaje elevó sus peticiones a la virgen para que mejore la calidad de vida de los venezolanos.
“No perdamos la esperanza y confiemos en que esa fuerza de amor nos librará y nos guiará hacia una patria digna y virtuosa”.
Azuaje pidió “orar por aquellos que están presos por razones políticas y por aquellos médicos que a pesar de no tener insumos siguen atendiendo humanitariamente a sus enfermos”.
Por último el sacerdote hizo una reflexión: “No es coincidencia que esta oración por Venezuela la hagamos en esta avenida Venezuela y que el vestido que hoy luce nuestra Divina Pastora lleve el mapa de nuestro país”.