#Opinión: Volver a Carora Por: Ramón Guillermo Aveledo

¡Qué sabroso fue volver a Carora! Tenía un buen rato que no iba a esa ciudad donde tantos afectos tengo. El domingo pasado, el consagrado por la Iglesia Católica al abrazo en familia, lo pasé  en Torres. La casualidad la encuentro sumamente oportuna.
Ando en campaña a favor de nuestros candidatos a las gobernaciones. Cuando lean este artículo estaré en Bolívar, donde Andrés Velásquez libra una lucha formidable por rescatar la región guayanesa. Entre semana voy a municipios mirandinos. La que viene debo ir a Táchira y Mérida. Pero el fin de semana pasado estuve en mi casa. Vine a Lara. Apoyando la candidatura de Henri Falcón a una reelección que se merece. El sábado en la mañana, después de una rueda de prensa junto a nuestros candidatos al Consejo Legislativo, participé en un interesante conversatorio con sectores profesionales que hicieron muchas y muy interesantes recomendaciones para mejorar nuestro trabajo, y que así mismo me dieron oportunidad de explicar la política de la alternativa democrática. Hay que votar. Hay que protestar votando y votar protestando. Pero votar. Mucho cuidado con dejarnos expropiar nuestro voto.
En la tarde acompañé a Alfredo Ramos, ese diputado trabajador y comprometido con los más necesitados que llevamos a la Alcaldía de Iribarren, en un recorrido por sectores de la Parroquia Concepción de Barquisimeto. Todo el tiempo anduve con Macario González, quien como secretario ejecutivo tanto ha ayudado a la cohesión de la Mesa de la Unidad en Lara. Me impresionó gratamente la simpatía con que lo reciben y lo saludan.
El domingo viajé a Carora.
El partido socialcristiano COPEI abría su nueva sede en el municipio y sus dirigentes locales tuvieron la amabilidad de invitarme a cortar la cinta verde y decir unas palabras. Acepté con gusto. Se trata del partido en el que me inscribí en la adolescencia, del cual fui dirigente un buen tiempo y sigo siendo militante de base aunque ahora mis deberes, y mis lealtades sean, por así decirlo, multicolores. Se trata de Torres, al que me siento tan unido. Pero además, se trata de un partido, institución de importancia central en cualquier proyecto de construcción de una Venezuela democrática, progresista, justa.
Los partidos han sido protagonistas fundamentales en la construcción de esta Unidad tan valiosa que hemos alcanzado, y allí en la casa que abría sus puertas, se congregaron en genuino espíritu unitario, representantes de AD, Un Nuevo Tiempo, Avanzada Progresista, Causa R, Voluntad Popular, el MAS. Así recordando por encimita y que me perdone el que se me haya quedado por fuera. Excelente impresión me causó el joven abogado Jesús Guillermo Gómez, electo en la primaria como candidato a la Alcaldía, después del acto conversé con él un buen rato. Al Consejo Legislativo va Toi Alvarez Yépez. A ellos y con ellos una idea: cuidar esa Unidad, fortalecerla, hacerla crecer si egoísmo ni miopía. Una Unidad para servir.
No niego mi emoción al ver a compañeras y compañeros que me recibieron con un cariño sincero. Gente de las parroquias y de distintos barrios y sectores de la propia capital municipal. Hombres y mujeres con los que he caminado, llevando sol, horas y horas para llevar el mensaje. Horas y horas de carretera hasta tarde en la noche. O tempranito en la mañana, cuando la luz pone blancas las arenas y el cardenal se ve más encarnado.  De Atarigua, de Arenales, de Río Tocuyo, de Quebrada Arriba, de San Francisco, de Parapara.
Echamos cuentos, recordamos muchos episodios compartidos, pero sobre todo hablamos del gran compromiso del presente, de la enorme tarea patriótica de enfrentar este proyecto de hegemonía empobrecedora llevado adelante por este gobierno superavitario en plata y deficitario en escrúpulos.
Salí de Carora con ganas de quedarme otro rato. Como me vine tarde y tenía que irme al aeropuerto, me salvé de hacer una parada en el estadio para el trago amargo de otro resultado decepcionante. ¿Cómo haremos con eso?