Los rescatistas recuperaron el miércoles más cadáveres de entre la enorme pila de escombros de un edificio de departamentos parcialmente derrumbado en la ciudad rusa de Magnitogorsk, elevando la cifra de víctimas mortales a 21 personas.
Entre los cuerpos hallados estaba el de una niña de 3 años, dijeron agencias de noticias rusas citando al Ministerio de Manejo de Emergencias.
Un bebé de 11 meses que fue rescatado con vida de entre los escombros el martes, casi 36 horas después del derrumbe, seguía grave pero estable el miércoles en un hospital infantil de Moscú. Fue trasladado en un avión del Ministerio de Salud a la capital, a 1.400 kilómetros (870 millas) de la ciudad.
El bebé, un varón, sufrió heridas superficiales en la cabeza pero no tiene daños cerebrales aparentes, explicó el miércoles la ministra de Salud, Veronika Skvortsov.
Más de 20 personas que vivían en el inmueble siguen desaparecidas, entre ellas cinco niños, informaron las autoridades.
Las expectativas de encontrarlos con vida entre los escombros parecían diluirse después de dos noches con temperaturas que cayeron a -20 grados centígrados (-4 grados Fahrenheit), pero un gato fue rescatado con vida entre el derrumbe la tarde del miércoles, unas 60 horas después de que colapsara una sección del edificio de 10 plantas.
El desastre en la madrugada del lunes sucedió después de una explosión que las autoridades dicen que probablemente fue causada por una fuga de gas.