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Las condiciones para el emprendimiento en el campo, siempre le ha llegado un año en condiciones peores, al anterior. Según cifras del propio ministerios de agricultura y tierras, para el año 1998, en el país habían 112.812.692 cabezas de ganado. Ya para el año 2012 el ministerio esconde las cifras, pero para la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), estimaba un rebaño no superior a 13 millones de cabezas de ganado.
En 2010 ya las importaciones eran mas importantes para el gobierno, que respaldar la producción local, y solamente del Brasil se traían para consumo, 52.000 reses mensuales o 624.000 reses al año. El rebaño venezolano viene descendiendo estrepitosamente en cantidad y calidad, cambiar esa tendencia requiere de participación y confianza para que se logre la inversión.
Eso NO se logra, llamando a reuniones a ciertos sectores y excluyendo a otros como Fedenaga.
Los ministros del sector agropecuario en estos 20 años, se han constituidos en adversarios de los productores. Se han dado a la tarea de perseguir, confiscar, expropiar y destrozar unidades de producción; entre ellos podemos recordar las tristes intervenciones armadas de Juan Carlos Loyo, ademas de Elías Jaua, el Gen Motta Dominguez y el actual Wilmar Castro Soteldo.
Durante la gestión de estos funcionarios sumaron mas de 4 millones de hectáreas confiscadas, que la mayoría han pasado a ser terrenos improductivos. No conformes con esos destrozos a la ganadería venezolana, ahora han tenido la «glamorosa» idea de expropiar 21 mataderos en todo el país, con el camuflaje de ocupación por 180 días prorrogables».
El gobierno ha señalado, a través del propio vicepresidente de la república, que ocupan todos los mataderos para controlar los precios de la carne, pero las carnes que ellos importan llegan al consumidor a precios incontrolables, ¿Que se puede esperar? Producir carne en Venezuela, hoy día, se ha convertido en un mal negocio. Como todo mal negocio, esta en las puertas de terminar totalmente con esa actividad.
Esa ocupación de los mataderos, surge unos meses después que las gobernaciones se dedicaron a quitarles porcentajes a la producción de carne a las fincas, impidiéndoles las guías de movilización. Ahora con los mataderos en manos de dirigentes del PSUV y custodiados por la GNB, se colocan en una total indefención a los productores, quienes ahora pierden seguridad y garantías, en la comercialización de sus animales.
Todo nos indica, que la producción nacional caerá al suelo. Se acerca una horrible escasez de carne, mucho peor a la actual. Todo como consecuencias de la persecución gubernamental, en lugar de establecer políticas públicas coherentes, que generen confianza e inversión en el campo y que al final se convierta en producción de comida y generación de empleos.
Todo apunta a que la solución es que haya un cambio de gobierno, por uno que proteja la ganadería y la agricultura venezolana.
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