Con un penal sancionado por el videoarbitraje y convertido por Gonzalo Martínez en los descuentos, River Plate coronó la remontada y dejó el martes en el camino al actual monarca Gremio, al vencerlo por 2-1 en el choque de vuelta para avanzar a la final de la Copa Libertadores.
Martínez marcó de zurda cuando se jugaban los cuatro minutos de descuento, tras los largos y airados reclamos de los jugadores locales contra el árbitro uruguayo Andrés Cunha, quien recurrió al videoarbitraje (VAR) antes de determinar que Bressan había tocado con la mano un balón en el área. El gol permitió a los “Millonarios” adelantarse en el encuentro de vuelta después de que el colombiano Rafael Borré había empatado de cabeza a los 81 minutos.
“Nosotros ganamos por nuestra actitud y siguiendo las órdenes del técnico”, dijo el “Pity” Martínez, quien cobró de forma impecable con un disparo al lado contrario del portero Marcelo Grohe. “Desde un principio fuimos creciendo ante un rival que demoró el partido”.
River y Gremio terminaron con marcador global de 2-2, pero los dos tantos de visitante le dieron el pase a la final al conjunto argentino, que se medirá contra el ganador de la semifinal del miércoles entre Boca Juniors y Palmeiras en Sao Paulo. Boca aventaja esa serie gracias a su triunfo en el choque de ida por 2-0 la semana pasada.
En el caso de que Boca Juniors sentencie ese cruce a su favor, la final del torneo será entre los dos protagonistas del gran clásico del fútbol argentino, algo que jamás ha ocurrido. Leo Gomes había adelantado a Gremio a los 36 minutos.
El técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, estuvo en las gradas tras ser suspendido en la víspera. Pero los “Millonarios” encendieron luces desde el vamos y enseguida generaron una clara ocasión cuando un pase del colombiano Juan Fernando Quintero le llegó a su compatriota Borré, que en inmejorable posición disparó pésimo y sesgado.
A diferencia del partido de la semana pasada en El Monumental, River maniobró más suelto y llevó más peligro ante un rival que salió con el mismo libreto que le permitió sacar el triunfo en el choque de ida: retrasado y esperando un titubeo del rival para contragolpear. River llegaba sin hacer daño, mientras que Gremio logró pegar nuevamente con una jugada de pelota quieta.
Un córner desviado le llegó a Gomes, que mandó la pelota a la red con un derechazo que pegó antes en Lucas Pratto. Fue un tanto algo injusto ya que era River el que dominaba con claridad.
El visitante no bajó la guardia pese a que los minutos pasaban con el 2-0 en contra. Incluso, Gremio pudo haber ampliado la ventaja en una jugada en que el brasileño Everton, quien ingresó en el segundo tiempo, se fue en un mano a mano con Franco Armani, quien logró despejar el disparo milagrosamente.
Gremio optó por demorar las acciones ante un River que lo intentaba incesantemente y que logró emparejar con el tanto de cabeza de Borré tras un centro. “Esta es una alegría enorme”, señaló Pratto. “Nunca dejamos de creer que podíamos remontarlo”.
A pocos minutos del final se dio la jugada del penal. Con ayuda del VAR, el central marcó la pena máxima al constatar que Bressan había tocado en el área un remate de Ignacio Scocco. Bressan recibió el segundo cartón amarillo y se fue expulsado.
El cobro del penal tardó algunos minutos después de momentos de gran tensión en el Arena de Porto Alegre.
River Plate, con tres títulos en Copa Libertadores, accede a su sexta final en la historia del torneo. Los “Millonarios” hicieron recordar la remontada que protagonizaron en 2015 ante el Cruzeiro de Brasil, aunque en cuartos de final. Tras perder en el ida 1-0, River dio vuelta con una goleada de 3-0 como visitante y pasó a semifinales para coronarse en esa edición de la Libertadores.
