Tras el conjunto de medidas económicas aplicadas por el Gobierno de Maduro hace cinco semanas, se ha generado mayor incertidumbre respecto a las previsiones macroeconómicas de Venezuela en lo que resta del año, destaca el último informe elaborado por Ecoanalítica, entregado a los medios de comunicación.
Advierten que no debe extrañar que, ante el agudo proceso hiperinflacionario que venimos enfrentando desde casi 11 meses, unas de las preguntas más usuales que reciben se vinculan con las proyecciones y escenarios de precios domésticos de Ecoanalítica.
En Ecoanalítica, asumen que, al menos en el corto plazo, la postura de la política económica del actual gobierno no será nada diferente a lo mostrado hasta ahora. Con restricciones al apalancamiento externo, una maltrecha industria petrolera y con menores flexibilizaciones cambiarias, el financiamiento monetario seguirá figurando como el medio predilecto para mitigar la brecha fiscal.
Bajo las premisas iniciales, en Ecoanalítica asumen que, dadas las pocas correcciones estructurales previstas sobre el déficit fiscal una vez el “Plan de Maduro” es evaluado de forma integral, el comportamiento previsto de los precios permanecerá fuertemente ligado a la poca confianza de los venezolanos en el bolívar y el deterioro en la demanda de dinero, como es usual en episodios de hiperinflación
Advierten que al ser contrastadas con los escenarios manejados en nuestro último informe trimestral, las últimas previsiones dan cuenta de una mayor aceleración de los precios, expresadas en tasas de inflación mensuales superiores a lo visto en el escenario anterior. Las actualizaciones involucran algunos cambios en la dinámica semanal para lo que resta del año. Mientras que, bajo un escenario previo, los precios entre julio y diciembre se duplicarían luego de un lapso máximo de cuatro semanas, con las nuevas estimaciones, a los bienes locales les tomará solo 15 días para duplicar sus precios.
Explican igualmente, que a pesar de que los recientes anuncios en materia salarial conllevaron a que los precios prácticamente se triplicaran el pasado agosto, para el mes de septiembre el modelo planteado proyecta un desaceleración de 27,9 puntos porcentuales (pp) en la inflación. En tal sentido, más que la reducción de la aceleración inflacionaria para este mes, creen que el registro a agosto fungió como una especie de overshoot al “Plan Maduro”, en donde los registros a septiembre ya estarían recogiendo con mayor precisión el deterioro de la moneda local y su rol sobre la formación de expectativas. Lo anterior no implica que solo habrá nuevos incrementos puntuales que sigan la tendencia estimada de los precios, toda vez que las empresas y hogares comiencen a ajustarse a los nuevos salarios y tributos.
Aún con ello, prevemos que la inflación doméstica anual seguirá su perverso patrón de mantener un registro de siete cifras en términos anuales. Específicamente, estaríamos hablando de 4.822.098% al cierre del año 2018, un ratio 3.413.051 pp superior a nuestra proyecciones anteriores.