Al mirar la vida de cierta manera, nos damos cuenta de que hay muchas pérdidas que experimentamos a diario. Perdemos la paz cuando nos peleamos o guardamos rencores. Perdemos el amor, por el odio que dejamos entrar. Perdemos nuestra preciosa fe en las instituciones y personas que nos destruyen la mejor Patria del mundo: Venezuela…. Sin embargo, hay una cosa que aún permanece a pesar de todas las pérdidas. Acompáñanos en esta historia y lo descubrirás…
“Había una vez cuatro velas que se consumían lentamente en una habitación oscura. Brillaban tan suavemente que podías oírlas hablar.
La primera vela dijo: «estoy en paz, pero en estos días, nadie quiere mantenerme encendida». Entonces, la llama de Paz lentamente disminuyó y se extinguió por completo.
La segunda vela dijo: «soy la Fe, pero en estos días, la gente cree que ya no me necesita». Entonces, la llama de la Fe lentamente disminuyó y se extinguió por completo.
Tristemente, la tercera vela habló: «yo soy Amor, y no tengo la fuerza para permanecer encendida por más tiempo. La gente me pone a un lado y no entiende mi importancia. A veces incluso se olvidan de amar a los que están más cerca de ellas». Y como no podía esperar más, la llama del Amor se extinguió por completo.
Un niño entró a la habitación y vio las tres velas que ya no ardían. Preguntó en voz baja:
«¿Por qué no están ardiendo? Se supone que deben permanecer encendidas para siempre».
Luego, la cuarta y última vela le habló amablemente al niño: «no tengas miedo, porque yo soy la Esperanza y mientras aún esté encendida se podrá volver a encender las otrasvelas».
El niño tomó la vela de la Esperanza, encendió las otras tres velas gracias a su llama y dijo: «Entonces nunca dejemos que la llama de la Esperanza se apague.»
Es por eso que, con la esperanza en nuestras vidas, la paz, la fe y el amor pueden brillar una vez más.»
Ciudadano que me lees: Con el paquetazo político -no económico ni social- anunciado por Maduro el viernes Negro 17 de Agosto, ya se le ha calificado como “venganza” para buscar la “sumisión” del pueblo venezolano. Es un ataque desesperado y despiadado cuyo objetivo es la “sumisión total” destruyendo todo. Lo dicho y llevado a cabo´por Maduro y sus cómplices es “calculado e intencional.” Sigue causando estragos en los bolsillos de la población venezolana, el impacto del último aumento del salario mínimo y de los bonos anunciados así como la reforma monetaria son “brutales”, ya que al permitir que se incrementaran los precios de los productos, bienes y servicios encarecidos hasta el 500% y 700%, colocaron ron la Canasta Básica en 323 millones de bolívares, por lo que se requieren 10 millones de bolívares diarios, para poder adquirirla. El soberano se pregunta: ¿Por qué Maduro al implantar la reforma monetaria no congeló los precios de todos los productos? ¿Por qué permite que suban los precios? “Si no se aplican correctivos el país va directo al caos”.