Hay al menos 16 niños entre los 30 civiles secuestrados por milicianos del Estado Islámico en el sur de Siria hace un mes, sostuvo el sábado Human Rights Watch.
La organización defensora de los derechos humanos dijo que los extremistas utilizan a los secuestrados como pieza de negociación con el gobierno sirio y Rusia, y lo calificó de “crimen de guerra”.
El gobierno está avanzando contra el EI en la provincia sureña de Sweida y las adyacencias de Damasco, en tanto la gente local ha creado una comisión para negociar la libertad de sus seres queridos.
Los milicianos asaltaron varias aldeas de Sweida, realizaron ataques suicidas y secuestraron a más de 30 personas el 25 de julio. Decapitaron a un adolescente, y una mujer murió. Dos mujeres lograron escapar, dijo HRW.