El ajuste económico anunciado por el gobierno nacional no corregirá las fallas que llevaron a la quiebra al país, ya que continuará el ineficiente control de cambio, la contracción del aparato productivo, no se está dinamizando la economía, y las graves consecuencias se verán reflejadas rápidamente en el ciudadano de a pie, asegura el diputado Simón Calzadilla.
“Se va a mantener el mismo control de cambio, donde funcionarios de Nicolás, de manera casi oculta, deciden a cuánto y a quiénes le venden el dólar preferencial, y el resto para surtir sus anaqueles tienen que comprar a dólar paralelo; y éste que costaba hace cinco días 6 millones, seguro aumentará a 100, 200 o 300 millones de bolívares por dólar. Es decir, se repiten los mismos errores”.
Estima que la solución al problema que atraviesa el país es un cambio inmediato de gobierno, pues ellos son prisioneros de su modelo económico, debido a que reconocieron públicamente que la hiperinflación no es producto de la guerra económica, ni de la especulación de algunos comerciantes, sino de la emisión de dinero inorgánico.
“Nicolás no ha explicado de dónde va a sacar los bolívares para pagar un salario mínimo de 180 millones, si las enfermeras le estaban pidiendo un incremento salarial que no podían cubrir. Anuncia supuestas medidas de estabilización económica que toda nación que desee emprenderlas, sabe que necesitan de un fuerte financiamiento externo. Pero qué ha hecho el gobierno para que se recupere la industria petrolera, las empresas básicas y las expropiadas; cómo saca a PDVSA del atolladero si no hay inversiones para aumentar la producción; cómo se recupera la economía privada si no hay inversiones que dinamicen el mercado interno para que pueda haber crecimiento económico y capacidad adquisitiva”
Por otra parte, y haciendo referencia al Incremento del impuesto al valor agregado (IVA) de 12% a 16% que entrará en vigencia el próximo 01 de septiembre, y que será de formar general y no sólo para productos de lujo, Calzadilla consideró que es un desangramiento al pueblo, debido a que Venezuela atraviesa la mayor crisis económica de su historia contemporánea y el retroceso más acelerado.
“Lo que está haciendo el gobierno es subirle el octanaje a la hiperinflación. Meterle gasolina de avión, por lo que vamos a ser más pobres. Es como sacarle sangre a un cuerpo enfermo y débil”.
Advierte que el gobierno en lugar de informar como va a corregir los altos costos y la escasez de repuestos, lubricantes y neumáticos que tienen casi paralizado el parque automotor, se afianza en aumentar la gasolina a precios internacionales y en establecer más controles para los empresarios. Los mismos que generaron la escasez del 80% de los productos en el país.