Gran parte de la Península Ibérica vivía el jueves su primera ola de calor del año, que se espera que deje temperaturas de hasta 47 grados Celsius (116,6 Fahrenheit) en algunas zonas del sur de Portugal este fin de semana.
Las temperaturas subieron el jueves por la llegada de una masa de aire caliente procedente de África y que avanzaba hacia el norte, según las autoridades.
La previsión de la jornada contempla una máxima de 44 grados (111 Fahrenheit) en la ciudad portuguesa de Évora, a 130 kilómetros al este de Lisboa, y en la provincia española de Badajoz, al otro lado de la frontera.
Las autoridades portuguesas emitieron una alerta para todo el país por las altas temperaturas, un aviso que en España afecta a 40 de sus 50 provincias.
Se espera que los termómetros alcancen los 47 grados en la localidad lusa de Beja el sábado. La agencia meteorológica española prevé que las temperaturas empiecen a bajar a partir de ese día.