#Opinión: Interrogantes del “pueblo” Por: Carmen Dolores Mendoza

Como una de tantas y tantos integrantes de los que el régimen llama pueblo; después de pasadas las anteriores elecciones presidenciales nos preguntamos: ¿Estan celebrando? Por lo que se siente y se ve no hay una alegría y alborozo como si estuvieran felices y contentos los millones que según el gobierno le dieron un rotundo espaldarazo a su repetitivo candidato; y que lo hubieran celebrado si el resultado fuese espontaneo y no empujado por el ventajismo y la complicada coyuntura que se planteó.
La segunda interrogación que uno se hace: ¿Podrán dormir tranquilos? Quienes estuvieron en el proceso electoral, que la actuación de los directivos del proceso electoral lo hicieron en una forma prístina, transparente como es el deber de hacerlo; y que por no haberlo realizado así, su conciencia no les perturbe el sueño y su actuación personal no les produzca una sensación de no haberlo hecho correctamente, ante la Patria.
Si  no es así el tiempo y la historia se los anotara en su proceder futuro.
En cuanto a la tercera interrogante, que si lo que en el hervor de la arenga política prometieron a los habitantes del país, ¿será cumplido?
He ahí el dilema, si durante este largo período muchas cosas ofrecidas quedaron en el puro plan y no fueron efectivas, no hay que ser ciegos para no ver y sordo para no oír. Prometen reconciliación y paz y practican amenazas de más expropiaciones y de inhabilitar candidatos, de planear puras cosas relacionadas con la guerra; artillerías, patrullas, avances militares, armamentos. Por otro lado los personajes que se apropiaron del Canal de todos los venezolanos, lo hacen para seguir poniendo en mofas y ridículos a las personas que no se subordinan al poder.
Estos personajes deben reconocer que somos millones (lo que evidenció las elecciones) de venezolanos dignos que merecen respeto y que por no ser sus aliados sumisos, no queremos una Venezuela hermosa donde todos trabajemos y eduquemos unidos por la bendición de Dios y libres de pensar, actuar con ideas de un mejor futuro que la patria siempre merecerá.
Todos somos como dicen hijos de Bolivar, de un mismo suelo, de un cielo azul y claro que debe acogernos a todos por igual.
Los tiempos de Dios son infalibles, esperemos con esperanza y fe.