El clima xerófilo del estado Lara no conoce de sequía porque tiene un potencial hidrológico inmenso.
Las aguas profundas que surcan su subsuelo emanan a la superficie para revitalizar a los seres humanos y para ello tienen un aliado de excepción: Hidrolara C.A.
Esta empresa, constituida en el año 1994 como parte del proceso de reestructuración y descentralización de Venezuela, dio un esférico giro al servicio que en la entidad prestaba Hidroccidental, antes el Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS).
Esta transformación vino fundamentada en la Ley Orgánica para la Prestación de los Servicios de Agua Potable y de Saneamiento, vigente.
En marzo de 1993, la gobernación de Lara sometió a consideración de la Asamblea Legislativa, la creación de la empresa mercantil Hidrolara C.A. y el 27 julio de 1994, los diputados aprobaron el proyecto de reforma de ley y se autorizó, pero no fue sino hasta el 3 de octubre de ese mismo año cuando se firmó el documento constitutivo.
Agua para la vida
La ingeniera Adriana Díaz, presidenta de Hidrolara C.A. afirmó que gracias al riguroso trabajo del personal especializado en el área de laboratorio, los larenses toman en sus casas agua potabilizada, ya que tres veces al día están pendientes de los niveles turbios, color y residual de cloro que el agua requiere para mantenerse óptima al consumo humano.
Los valores máximos de turbiedad en el agua permitidos por la norma son 10, medidos en Unidades Nefelométricas de Turbiedad (NTU por sus siglas en inglés), al igual que los de cloro que van del 0.1 a 0.3.
“El agua que sale de la planta de tratamiento de Carora y Quíbor es totalmente garantizada para las personas, gracias al proceso de potabilización”, aseguró.
Señaló que la parte rural de los municipios no es manejada por la hidrológica, sino por Malariología, pero quienes habitan esas zonas foráneas también consumen agua de calidad debido a la asesoría y apoyo técnico que le facilita la empresa con equipos, mangueras, bombas y plantas desalinizadoras, como la donada a Urdaneta, entre otros, para sus pozos artesanales.
Mística de atención y gestión
Díaz resaltó que Hidrolara atiende más del 80% de la demanda, y anunció que trabajan aceleradamente para mejorar el tiempo de respuesta hacia los clientes, lo cual depende del número de cuadrillas disponibles en función al presupuesto anual por concepto de autorecaudación, ya que no reciben dinero del gobierno central.
Manifestó que le ha dado una nueva imagen a Hidrolara mediante una campaña comunicacional que habla de sus competencias, como la de atender directamente a las comunidades de toda la entidad a través de la gerencia comunitaria para conocer sus necesidades y así gestionar sus proyectos de aguas blancas y servidas.
Obra de impacto social
“Emblemática y de gran impacto social”. Así calificó Díaz la Matriz Norte, obra que extinguirá la sed en las comunidades del norte de Barquisimeto en los próximos años.
Bastante complacida, resaltó que durante este año y en menos de cinco meses se colocaron más de veinte mil metros lineales de tubería que transportan el agua al macro sector El Trompillo, parroquia Unión, beneficiando a unos quince mil habitantes que no contaban con el preciado mineral en sus casas, sin quitárselo a otros sectores de Barquisimeto.
Pero esto es solo el comienzo ya que se trabaja para extender la red a treinta y tres mil metros de tubería para llegar hasta las inmediaciones del Polígono de Tiro con más agua para las comunidades adyacentes.
Otra labor encomiable fue la culminación en septiembre de este año de la rehabilitación del drenaje de la avenida Uruguay, iniciado a finales de 2011.
Hidrolara vs obstáculos políticos
Una de las mejores satisfacciones de Hidrolara es dar respuestas a la gente pese a los obstáculos que le pone el gobierno central y local para facilitarle permisos a este instituto en la ejecución de obras a través del Ministerio del Ambiente, Autoridad Metropolitana de Transporte Terrestre (AMTT), Instituto Nacional de Tierra, Pdvsa Gas, principalmente cuando se va a trabajar en terrenos que pertenecen a alcaldías de Lara y los consejos comunales exigen explicaciones y documentación sobre alguna obra a realizar en las barriadas.
“Sin desmayar, seguimos avanzando, comentó, y en Torres recientemente se invirtieron más de quince millardos en reconstrucción de cloacas y más de siete millones y medio para la reparación de tuberías de la represa Los Quediches, que ahora transportan 300 litros de agua por segundo hasta los hogares de la red media y baja de Carora, a diferencia de 200 litros por segundo que bombeaba antes de las mejoras.
Si bien el Consejo Estadal de Planificación y Coordinación y Políticas Públicas le pone trabas a Hidrolara y el Consejo Legislativo de Lara no le aprueba recursos, la empresa iniciará la construcción de la tercera línea en la aducción de Atarigua, también en Torres, con una inversión de seis millardos de bolívares para mejorar la red alta de esa localidad, anunció.
Mientras en Palavecino fue reincorporado el pozo diez para los sectores de El Recreo, terminan el mantenimiento del trece de esa zona, al tiempo que mejoran la estructura del sistema de Agua Viva, informó.
“La culminación de estas obras era para principios de este año, pero se tardó más de un año tramitando los permisos en el Ministerio del Ambiente y en el Instituto Nacional de Tierra, expuso.
Depende de la recaudación
La presidenta de Hidrolara señaló que el funcionamiento de la empresa depende cien por ciento de la autorecaudación, pese a pertenecer al Ministerio de Ambiente. “Cada día debemos ser más eficientes. Todo lo relacionado a inversiones proviene de la Gobernación desde 2009. No recibimos ni medio del Ministerio del Ambiente como en años anteriores cuando se hacían grandes inversiones ejecutadas por Hidrolara”.
Pendiente por ejecutar
Entre otras obras las cloacas para el Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda, reparación de protección en el sector Quebrada Las Raíces, cuyo deterioro podría dejar sin agua a Barquisimeto, Quíbor y El Tocuyo, reconstrucción de cloacas en el barrio Indio Manaure y urbanización Rafael Caldera, así como un acueducto en el Danubio, en Crespo.
Destacó la ingeniero Adriana Díaz que estas obras están paralizadas a la espera de la aprobación de recursos del CLEL.
Bastón que sostiene a Hidrolara
Para la licenciada en contaduría pública, María de los Ángeles Guillén, gerente comercial de Hidrolara, sobre cuatro departamentos esenciales de esta oficina recae todo el peso de la hidrológica: Catastro, facturación, atención al cliente y cobranza.
Resumió la interacción con la que se mueve esos cuatro frentes de trabajo para soportar el peso de la empresa. Catastro conoce de todos los inmuebles de potenciales usuarios o clientes, una vez que se obtiene esa información se pasa a la parte de facturación para cuantificar el promedio del costo del servicio en consumo para la recaudación. Mientras en atención al cliente se canalizan los reclamos, quejas e inquietudes de usuarios, y por último está el departamento de cobranza encargado de mantener al día el cobro de las facturas de Hidrolara.
¿Cuánto le cuesta el agua a la población?
Determinó que a Hidrolara le cuesta distribuir un metro cúbico de agua a la población 16,61 bolívares fuertes, pero perciben del cliente por ese mismo metro de agua 3,09 bolívares fuertes en el área residencial social, 2,49 bolívares fuertes en áreas de mayor poder adquisitivo o residencial normal, 4,63 bolívares fuertes en el área comercial y 22,43 bolívares fuertes en el área industrial, traduciéndose en un subsidio por parte de la empresa, a diferencia de otras hidrológicas.
La estructura de costo, los aumentos salariales y el incremento de la Unidad Tributaria, entre otros indicadores financieros plantean cuándo se aumenta el metro cúbico de agua.
En los meses de febrero y mayo de 2012 hubo dos ajustes de la tarifa, 2,65 y 3,09 como está actualmente.
Alertó que si el recibo llega a un costo inusual a meses anteriores posiblemente haya fuga en el baño o cualquier lugar del inmueble.
“El mantenimiento de la Hidrológica depende de la recaudación”, sostuvo, y agregó que actualmente de los más de 232 mil clientes en Lara la gestión de cobranza llega al 75%, debido a que el 25% restante se encuentra en zonas altamente peligrosas por la inseguridad, e impenetrable por quienes llevan las facturas, ya que se reportan casos de familias en actitudes violentas que atentan contra la vida de los trabajadores, asumiendo comportamientos ajenos a las buenas costumbres.
Actualmente la deuda supera los 260 millardos y se ha ido incrementando desde el año 1996, lo que obliga a reconducir el presupuesto y sacrificar proyectos para cumplir con la operatividad de la empresa, recordó.
“Hay un cliente que tiene hasta 100 facturas”, esgrimió.
Solo en el mes de octubre se dejaron de percibir dos millardos de bolívares, y eso disminuye la capacidad de respuesta de Hidrolara, sacrifica metas internas como compra de vehículos y equipos.
Fotos: Cortesía Hidrolara