El 10 de noviembre de 1813, las tropas del Libertador Simón Bolívar, acamparon bajo la fronda de un gran jabillo, a un lado de la conocida quebrada Tabure.
Años más tarde, para perpetuar este hecho significativo, se construyeron dos puentes, uno junto al histórico árbol y otro en la calle Juan de Dios Ponte, obra levantada a finales del siglo XIX, bajo la administración del doctor Rojas Paúl como presidente de la República.
Lo inauguraron con el nombre de Puente Libertador y más tarde, fue conocido como Puente Rojas Paúl.
Es letra muerta
El 20 de febrero de 2005, según Resolución Nº 003-05, el Instituto del Patrimonio Cultural Venezolano, declaró, entre otros, esta histórica estructura “Bien de Interés Cultural”, según la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural y su Reglamento y demás normas.
En el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2005, municipio Palavecino, dicho puente aparece como uno de los bienes culturales del Estado, el cual, según cumplimiento del artículo 178 de la Carta Magna y las disposiciones y la referida norma antes citada, especifica que “la autoridad municipal establecerá las medidas necesarias para la protección y permanencia de los bienes contenidos en el catálogo”.
Pero para el exconcejal y dirigente social Enrique Barrios, todas estas disposiciones y leyes, incluyendo la Ordenanza vigente sobre Protección y Conservación del Patrimonio Histórico y Cultural, “son un parapeto del Estado para engañar a la población. Son letra muerta que ni medianamente se cumplen, a pesar que el proceso revolucionario se jacta de mencionar en cada espacio”.
Barrios arguyó que el estado deplorable y de abandono en que se encuentra el puente Rojas Paúl, es una vergüenza para el gobierno del alcalde Richard Coroba, “que ni eso puede mantener limpio y en buen estado”.
-Es lamentable la incapacidad del Gobierno local. La desidia se ha apoderado de cada espacio y rincón del municipio, para muestra el estado alarmante del puente Libertador, icono del municipio, destacó el dirigente social.
Dijo que es nulo el mantenimiento y rescate de los monumentos de la entidad municipal, a pesar que el instituto encargado de esta tarea, percibe ingentes sumas de dinero sólo por concepto de recaudación, superior a los dos millones 500 mil bolívares.
Lamentablemente, arguyó Barrios, el cronista de Cabudare y los concejales se dedicaron solamente a cobrar quince y último, porque no les duele el municipio.
Acotó que el alcalde cada día más se distancia de la jurisdicción y sólo defiende sus intereses personales.
Fotos: Luis Alberto Perozo Padua