Un ataque en medio de la campaña electoral de Pakistán dejó el viernes 74 muertos, entre ellos un candidato en la provincia suroccidental de Baluchistán. Entretanto, el exprimer ministro en desgracia Nawaz Sharif y su hija Maryam arribaron de Londres para cumplir penas de cárcel por corrupción y fueron arrestados al llegar.
Sharif enfrenta 10 años de prisión y su hija siete, según las autoridades anticorrupción. Se prevé que Sharif apelará y pedirá la libertad bajo fianza. El yerno de Sharif está cumpliendo un año de prisión bajo el mismo cargo, derivado de la compra de apartamentos lujosos en Gran Bretaña que según las autoridades fueron adquiridos con fondos obtenidos de manera ilegal.
En la población de Mastung, el candidato al Parlamento provincial Siraj Raisani y decenas de sus partidarios murieron cuando un atacante suicida detonó una bomba en medio del acto electoral. El ministro del Interior en funciones Agha Umar Bungalzai dijo a The Associated Press que otras 120 personas resultaron heridas.
El grupo Estado Islámico reivindicó la autoría del atentado, según un comunicado difundido por su unidad de difusión Aamaq.
Antes del arribo de Sharif, la policía recorrió Lahore y arrestó a decenas de miembros del partido Liga Musulmana Paquistaní de Sharif para impedir que fueran a recibirlo al aeropuerto.
Se levantaron alambradas de púas en los caminos al aeropuerto de Lahore y se levantaron barricadas para impedir concentraciones.
En un mensaje de video enviado supuestamente desde su avión en vuelo, Sharif dijo que regresaba sabiendo que lo llevarían directamente a la cárcel.
Está inhabilitado de participar en política y su hermano Shahbaz Sharif, quien dirige la Liga Musulmán Paquistaní, está haciendo campaña por su reelección.