Aunque a veces intentemos evitarlo, vivimos inmersos en rutinas: nos levantamos en una misma franja horaria cada día, nuestra dieta (sana o no tanto) es muy parecida y, salvo algún salida nocturna, nuestro tiempo dedicado al descanso también se repite. Esto mismo ocurre con el entrenamiento, lo que genera un acostumbramiento u homeostasis.
En general, el mayor cambio que provocamos en nuestro cuerpo con el entrenamiento ocurre cuando comenzamos con la actividad física. Es decir, cuando pasamos de una vida sedentaria a una vida activa o, al menos, sumamos alguna actividad extra a la que normalmente realizamos. En ambos casos, las primeras semanas que nuestro cuerpo recibe este cambio es cuando notamos más intensamente los verdaderos resultados o efectos de la actividad física. Pero, luego de varias semanas que realizamos la misma rutina, comenzamos a notar que ya no nos cuesta como el primer día y o peor aún, no avanzamos ni mejoramos.
Comúnmente, lo que ocurre es que al principio nos cuesta encontrar una actividad para realizarla con continuidad. Esto se debe a que deben coincidir muchos aspectos: conocer qué es lo que queremos hacer (corre, bici, clases grupales, etc.) y elegir el lugar (gimnasio, plaza, club), los horarios y el precio adecuado a la economía de cada uno. Es un trabajo duro que, sumado que a muchas personas no les gusta realizar actividad física, lleva al desaliento y al abandono.
Si ya lograste superar todos estos pasos y decidiste que todos los lunes, miércoles y viernes vas a realizar clases de gimnasia localizada y las sumas a tu rutina semanal de vida, ¡felicitaciones! La mala noticia es que, aproximadamente, las primeras 6 semanas notarás cambios y mejorías pero, luego, tu cuerpo se adaptará, logrará una nueva homeostasis y ese entrenamiento no cumplirá con tus necesidades o expectativas. Entonces, ¿qué hacer?
Uno de los principios del entrenamiento es “romper adaptaciones”. Estas se establecen cada 4 a 8 semanas aproximadamente. Para lograr que tu plan de actividad física sea siempre significativo para tu cuerpo, algunos tips para tener en cuenta:
Cambia el volumen de entrenamiento, Varía la intensidad. * Varía la carga, Descansa y come bien.