Familiares y amigos del oficial de la Brigada Motorizada de la Policía del estado Lara, Orilio José Morellis Alvarado, quien fuera ultimado la tarde del pasado martes en Quíbor, aguardaban ayer por la mañana la entrega del cuerpo en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, para realizar los correspondientes oficios fúnebres y darle el último adiós.
No fue posible obtener una declaración por parte de Roselis Reinoso, esposa del funcionario abatido por el hampa, debido al fuerte estado de conmoción en el cual aún se encontraba. Le hacían compañía su pequeño hijo de seis años, otros parientes, así como varios efectivos de Polilara.
Alrededor de las 10:00 de la mañana fue retirado de la morgue el cuerpo del oficial.
Asimismo, la directora del cuerpo policial estadal, comisionada jefe Marisol de Gouveia, ofreció una rueda de prensa en la sede del organismo de seguridad, para dar a conocer varios detalles en torno al asesinato del funcionario.
“Lo atacaron por la espalda. Es una forma de arremeter contra la autoridad que debe ser castigada con la pena máxima”, enfatizó, al tiempo que confirmó que el Cicpc tenía en su poder tanto el arma reglamentaria del oficial Morellis, como la pistola Glock 9 milímetros utilizada para acabar con su vida, las cuales fueron decomisadas al hampón de 16 años, quien resultó herido tras enfrentarse con los cuerpos de seguridad que habían conocido de su paradero por las denuncias de los habitantes del mismo sector Playa Bonita de Quíbor, donde se ocultó tras cometer el crimen.
En la escena donde fue neutralizado el antisocial, quien poco después falleció en el hospital, también se recuperaron dos motocicletas Jaguar con las cuales presuntamente se trasladaban los dos criminales que mataron al oficial. En este sentido, Gouveia señaló que aún se busca al segundo perpetrador del hecho.
Además, precisó que el joven homicida abatido, respondía al apodo de “el Mute” y estaba solicitado por violación y robo, además de tener en su haber nueve órdenes de captura a nivel nacional.
Igualmente indicó que había estado involucrado, junto al mismo colaborador, en la muerte de otro oficial de Polilara, Oscar Enrique Mendoza Graterol, dos semanas antes en la localidad José Amado Rivero, también ubicada en Quíbor.
“En nombre del Gobierno del estado Lara doy mi más profundo sentido pésame a los familiares del oficial Morellis, quien llevaba casi cinco años desempeñándose en la fuerza policial con vocación y ética. Nos entristece mucho esta pérdida”, declaró Gouveia.
Por último, la directora de Polilara confirmó que son dieciocho los policías que han muerto en la entidad larense a manos del hampa en lo que va del presente año. Diecisiete de ellos eran funcionarios del cuerpo policial estadal y uno pertenecía a la Policía del municipio Iribarren.
Fotos: Dedwison Álvarez