El Vaticano y México lamentaron cómo los niños «son los que más sufren» por la migración forzada, de acuerdo con las conclusiones de la segunda conferencia entre el Vaticano y México sobre migración internacional realizada la semana pasada.
Esto en momentos en los que el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump se encuentra bajo duras críticas por su política de separar a los menores de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México.
El comunicado no hizo referencia explícita a la política estadounidense, aunque abordó la necesidad de «insistir en la importancia del ser humano en cada acto político… reafirmando la intangibilidad de los derechos humanos y la dignidad de cada ser humano en el mundo».
«Los niños son los que más sufren de la migración forzada. Debemos actuar de forma efectiva a los desafíos creados por estos flujos, equilibrando los principios de solidaridad, subsidiariedad y corresponsabilidad», se lee en el comunicado.
Situación lamentable
Cerca de 2.000 niños fueron separados de sus familias durante un periodo de seis semanas entre abril y mayo, luego de que el secretario de Justicia de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció una nueva política de «cero tolerancia» que remite todos los casos de ingreso ilegal al país a fiscales para que les presenten cargos. El protocolo estadounidense prohíbe detener a los niños con sus padres debido a que los menores no están acusados de un delito, y los padres sí.
El director de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos en temas de inmigración ha calificado la política como «inmoral». Fue el principal tema durante la asamblea más reciente de los obispos llevada a cabo en Florida.
El comunicado del Vaticano y México pidió por un organismo de gobernanza global en relación a la migración, que «asegure una migración segura, ordenada y regular, que ayude a todos aquellos que están involucrados».