El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó este sábado en una entrevista a una agencia de noticias internacional que América Latina «ya no es el patio trasero de Estados Unidos» y denunció que Washington ha intentado convencer a dirigentes suramericanos aliados para llevar a cabo «una intervención militar en Venezuela».
Morales explicó que dirigentes del continente le informaron, «por amistad y por confianza», de que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, «trata de convencer a algunos países amigos de Estados Unidos» para acabar con el gobierno del país caribeño.
El mandatario defendió que «una intervención militar sólo va a crear otro conflicto armado» y añadió que el objetivo de esa operación no sería Nicolás Maduro, sino «el petróleo venezolano, y eso lo saben los venezolanos».
Puso como ejemplo la intervención militar de 2011 en Libia, donde se usaron «los derechos humanos y la ayuda humanitaria» como «pretextos» para «invadir y bombardear».
Morales aseguró que, a pesar de la actual crisis política y social en ese país del norte de África, Occidente «no va a intervenir» de nuevo allí porque el petróleo libio es ahora «de las petroleras de Estados Unidos y de algunas europeas».
El dirigente reiteró el carácter «intervencionista» de Estados Unidos en Latinoamérica y criticó el reciente estatus de Colombia como «socio global» de la OTAN, que calificó de «agresión militar a toda la América Latina y el Caribe».