Los hábitos y costumbres han ido en constante cambio en nuestra sociedad. En Barquisimeto, como en las grandes urbes, los fines de semana son propicios para la fiesta y la celebración. Sin embargo la juventud se ha tomado la tarea de comenzar las fiestas en lugares prohibidos para tal fin.
Estaciones de gasolina, plazas, estacionamientos de centros comerciales y calles, son tomados como pistas de baile, los radio de los automóviles sirven de miniteca y el consumo de licores y sustancias estupefacientes está presente sin ningún tipo de control.
Funcionarios de la Policía Municipal así como también integrantes de la Prefectura de Iribarren tienen la responsabilidad de hacer cumplir la Normativa de Convivencia Ciudadana y las ordenanzas municipales y desde el jueves hasta el domingo de cada semana, se preparan para una jornada intensiva de persecución por los puntos sensibles de reunión.
El mayor Wilmer Pifano, director de la Policía Municipal de Iribarren, indicó que en horas nocturnas cuentan con 85 efectivos policiales dedicados a resguardar lugares como el Paseo Juan Guillermo Iribarren, estaciones de servicio de la Avenida Argimiro Bracamonte y Complejo Ferial Bicentenario, a fin de evitar la permanencia de personas a altas horas de la noche, con música a volumen elevado y el consumo de bebidas alcohólicas.
“Todos los fines de semana tenemos una vigilancia constante de los diferentes sitios del este de la ciudad donde suelen apostarse los jóvenes. Los removemos del lugar y pasamos la noche en una especie de cacería para disolver las concentraciones”.
La falta de conciencia ciudadana de estas personas y la flagrante violación de las leyes y normativas municipales, no tiene castigo o sanción, pues son sólo faltas. Por ello la recurrencia de las mismas y al parecer la constante situación de un juego de policías y ciudadanos, unos para hacer cumplir la ley y otros para continuar la fiesta.
“Ya conocemos los sitios acostumbrados e intentamos hacer recorridos preventivos, pero no es suficiente. Necesitamos que la ciudadanía tome conciencia y cumpla con las leyes”, indicó el mayor. Para ello la Policía Municipal anunció una alianza con la Fiscalía Municipal, a fin de lograr iniciar procedimientos en dichos operativos, con el apoyo de Tránsito Terrestre, los cuales tendrán la potestad de aplicar multas y pruebas con alcoholímetros para evitar además a los conductores en estado de ebriedad.
Sin control
Por su parte, Mileyba Galavís, prefecta de Iribarren, destacó la constante lucha del organismo para evitar las llamadas “rumbas callejeras”.
“Nuestra acción es de lunes a lunes con todo lo referido al cierre de establecimientos comerciales, despeje de áreas, pero la actividad se enfatiza jueves, viernes, sábados y domingos en siete puntos neurálgicos que no se han podido controlar. Nuestro norte es evitar la contaminación sónica, el consumo de bebidas alcohólicas y la permanencia a altas horas de la noche el lugares públicos”.
“Son faltas por la cuales no podemos privar de libertad, se levanta procedimientos pero eso no funciona para erradicar el problema”.
Indicó que es necesario un trabajo mancomunado de todos los organismos de seguridad, Tránsito y la Oficina Nacional Antidrogas, para imponer sanciones de acuerdo al caso, colocar multas por manejo bajo los efectos del alcohol y así sentar precedentes y evitar que se repita la historia.
Fotos: Archivo