Tras una agotadora batalla de 18 meses, la lucha por la Casa Blanca llegó a su fin. Estados Unidos decide este martes si seguir por el camino demócrata de Barack Obama o da un giro en su destino consagrando al republicano Mitt Romney como el presidente de EE UU.
Ambos hombres de una trayectoria impecable, finalizan hoy la carrera para atribuirse el cargo político más importante del mundo.
De acuerdo a Obama “una clara diferencia entre él y Romney es que él considera que todos son estadounidense y no hace diferencias entre demócratas y republicanos”.
No obstante, Romney cree que en estos comicios “Estados Unidos va a elegir entre el estancamiento y la prosperidad”, ya que a su juicio desde hace cuatro años, las políticas aplicadas por Obama han agobiado a la clase media de la nación norteamericana. “Los próximos años serán mejores que los pasados”, prometió.
Mientras la emoción persiste sobre quién será el próximo presidente de EE UU, hay una cosa segura: ésta fue la elección más cara de la historia, con un presupuesto total que estuvo alrededor de los 2.000 millones de dólares.
Vale destacar que la contienda presidencial en Estados Unidos es indirecta. Cada estado aporta un número de votos al colegio electoral, y los aspirantes necesitan al menos 270 votos dentro del colegio para acceder a la Casa Blanca.