Para recordar: “…el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”, (Apocalipsis 12:12).
Un día, conversaba con un amigo de apellido Rivero, quien nos hizo una pregunta: ¿Será que nos quedan 80 todavía? Y como no entendía bien, le pedí que me aclarara un poco más y me confirmó que se refería a la difícil, deplorable y triste situación que vive nuestro país; sacando la cuenta del período gubernamental que lleva una sola tolda, por lo cual estaba pensando en el dicho que dice: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”, entonces de allí vino la pregunta.
Buscamos varias respuestas en Internet entre canciones, reflexiones del mismo dicho, y nos topamos con una página, ojarbol.wordpress.com, (2013), que señala:“Se trata de un dicho que encierra mucha sabiduría. Es que, en efecto, o bien el mal (la enfermedad) acaba con el cuerpo, ‘enviándolo’ al sepulcro antes de llegar a los cien años, o el cuerpo se revela y derrota al mal que lo aqueja”.
“Llevando esto a un país, vale decir algo semejante: Una sociedad no puede prolongar su situación de crisis indefinidamente, porque o bien se quiebra como proyecto de convivencia, o bien asume el desafío de terminar con los males que la carcomen…una vez subsanada la situación el mal ya no crea más crisis. Pasó un tiempo, pero no 100 años” (Ídem, la página referida).
Dado lo anterior, observamos que hay muchos gobernantes que se han enquistado en el poder,provocando hambre, miseria, dolor, injusticia; que han ocasionado un éxodo masivo de personas, destrucción del aparato productivo, mientras ellos andan muy acomodados, alimentados, y bien vestidos. Y por esto y otras razones, hemos escuchado, quizá repetido: “No hay mal que dure 100 años…”, tan solo esperamos, por la voluntad de Dios, que no nos falten ochenta.
En la Biblia dice que el diablo, Satanás, la serpiente antigua, el engañador, junto a los ángeles caídos (según Apocalipsis 12), saben que les queda poco tiempo “gobernando” esta tierra; fue Satán quien hizo pecar a Adán y Eva; hecho ocurrido un poco más de 6 mil años, pero no gobernará para siempre.
Tal vez por ello, otro amigo, J. Echeverría,matiza con su excelente verbo, nuestros sencillos escritos que hacemos, por la gracia de Dios, al basarnos en la Biblia y en parte de la historia de este planeta, especialmente, cuando enfatiza que resaltamos la: “labor titánica que emprendió hace más de dos mil años, aquel amigo nuestro que vendrá nuevamente y se hace presente cada día en acciones en pro de otras personas…”.
Por todo lo anterior, el diablo “está gastando los últimos cartuchos”, porque tiene el tiempo contado y los gobiernos que él dirige también se acabarán muy pronto;antes o en el momento de la Segunda venida de Cristo, aunque no se sepa “el día o la hora” (Mateo 24:36).
Sin embargo, mientras Cristo viene, como no se sabe cuándo regresa, deberíamos orar a Dios, para que intervenga y nos gobiernen personas que permitan expresarnos libremente; vale decir: Lamentamos cuando se dejó de producir la edición impresa de EL IMPULSO, por razones que muchos conocen; especialmente donde manifestamos reiteradas veces que Cristo vino al Salvar al mundo, y no a hundirlo o destruirlo tal como lo están haciendo grupos de personas, para su beneficio, manejadas por el mismo enemigo de Dios.