Su nombre entró al cancionero argentino y al de la memoria colectiva latinoamericana gracias a composiciones imborrables. Aunque su faceta de cantante cobra peso por encima de otras referencias artísticas, Leonardo Favio fue un gran cineasta sobre cualquier otro arte que se le atribuya.
Ayer al mediodía, su corazón dejó de latir. Así dejó un profundo vacío en la cultura argentina, una cultura que trasciende y recorre los pueblos de América Latina que lamentaron el adiós del intérprete y creador de producciones cinematográficas tan laureadas como Crónica de un niño solo.
Considerado como uno de mayores hacedores de obras maestras en la cronología del cine argentino y precursor de la balada romántica en las décadas de los 60 y 70, Leonardo Favio, cuyo nombre real es Fuad Jorge Jury, falleció a sus 74 años de edad, luego de que se agravara un cuadro de afecciones crónicas que lo mantenían internado en el Sanatorio Anchorena, en la capital de Argentina.
Legado cultural
Aunque su infancia fue dura, este argentino nacido en la provincia de Mendoza supo sacar provecho de su creatividad y así marcar la cultura de su país, dejando su sello propio en lo que a séptimo arte se refiere y generando un fenómeno de culto con relación a las películas.
Nazareno Cruz y El Lobo fue uno de sus grandes éxitos en la pantalla grande, un fenómeno de taquilla que convocó a unos tres millones y medio de espectadores a los cines. El romance del Aniceto y la Francisca, también ha sido considerada una de las mejores del cine argentino.
En lo musical, Leonardo Favio logró editar más de 20 trabajos discográficos; los dos últimos en el 2011, en los cuales recopiló sus canciones más afamadas. Ella ya me olvidó, Fuiste mía un verano, Para saber lo que es la soledad y O quizás simplemente le regale una rosa, fueron algunos de sus éxitos.
Quijote de las causas perdidas
La Secretaría de los Derechos Humanos de Argentina no tardó en manifestarse ayudar a través de un comunicado en el cual expresaba su profundo pesar por el adiós del cantante y cineasta que también coqueteó con la actuación.
“Fue uno de los más importantes directores de la historia del cine nacional (…) durante toda su vida estuvo comprometido con la realidad de su pueblo”, rezaba el texto difundido a través de las agencias internacionales.
Por su parte, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina lo describió como “un hombre de la cultura nacional y popular que supo reflejar con sus películas una pincelada inigualable de nuestra historia».
El actor Alfredo Alcón también expresó su dolor y señaló que el cantante y cineasta era “un apasionado, un loco en el sentido más hermoso de la palabra”. “Era un Quijote de las causas perdidas”, sostuvo.
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