Desde el origen de sus famosas réplicas a su cinefilia insaciable, el cineasta Martin Scorsese encandiló el miércoles a un público entregado durante una charla al margen del Festival de Cannes, donde fue homenajeado por su trayectoria.
«You talkin’ to me?» en «Taxi Driver» fue «una feliz coincidencia», reveló el legendario director, que suele tener ya en su mente el montaje de sus películas antes del rodaje, para ganar tiempo.
Esta réplica no estaba prevista pero «se integraba totalmente en el filme», así como «You think I’m funny?», pronunciada por Joe Pesci en «Buenos muchachos» («Uno de los nuestros» en España), antes de enfurecerse y romper un vaso en la cabeza de un colega. «La introdujimos» porque el actor lo pidió, explicó el cineasta, de 75 años, que fue ovacionado por el público.
El director de «Taxi Driver» y más recientemente de «El lobo de Wall Street» y de «Silencio» recibió la Carroza de Oro por su contribución al séptimo arte, una distinción otorgada en el marco de la Quincena de Realizadores.
Durante la charla, Scorsese también abordó su voraz cinefilia y su pasión por la música.
De niño, enfermo de asma, tuvo que pasar mucho tiempo en casa. Poco a poco se fue convirtiendo en un auténtico cinéfilo, para quien el cine es una «experiencia espiritual del orden de la catarsis».
«Mientras estemos vivos, ¿por qué privarse de ello?», aseguró, mientras iba citando numerosas referencias a lo largo de su intervención, de Jean Renoir a John Ford pasando por Elia Kazan.
Fue precisamente en Quincena de Realizadores, una sección paralela del Festival de Cannes, que Scorsese fue descubierto en 1974 con su filme «Calles peligrosas» («Malas calles» en España), con Harvey Keitel y Robert de Niro, quien se convirtió luego en uno de sus actores fetiche.