El gobierno del presidente Donald Trump pidió la renuncia al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como protección a la seguridad de los estadounidenses.
Los habitantes del país sudamericano son «víctimas involuntarias de un narco estado criminal», dijo Nikki Haley, embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, el martes durante una conferencia sobre Latinoamérica en el Departamento de Estado.
Agregó que las elecciones del 20 de mayo, en las cuales Maduro buscará la reelección, serán fraudulentas si están ausentes los observadores independientes.
El lunes, el vicepresidente Mike Pence exhortó a los 35 países miembros de la Organización de Estados Americanos a que suspendan a Venezuela.