Pistoleros en dos autos en marcha dispararon contra civiles cerca de una ciudad al norte de Bagdad, matando a ocho personas e hiriendo a otras 13, dijeron el miércoles funcionarios iraquíes. Testigos dijeron haber visto a los atacantes desplegando la bandera negra del grupo Estado Islámico.
De acuerdo con dos policías, el ataque ocurrió el martes por la noche en una transitada calle comercial cerca de la ciudad de Tarmiya, unos 50 kilómetros (30 millas) al norte de la capital.
Nadie se atribuyó el ataque de inmediato, pero la bandera del EI vista en el sitio resalta la capacidad del grupo extremista de seguir lanzando ataques, incluso en áreas urbanas. Irak realizará elecciones parlamentarias el 12 de mayo en la primera votación desde que el gobierno declaró la derrota del Estado Islámico este año.
Entra las víctimas en Tarmiya estaban trabajadores que colocaban carteles de campaña para candidatos parlamentarios, dijo la policía. Los funcionarios y los testigos hablaron a condición de preservar el anonimato.
El mes pasado, el Estado Islámico advirtió que todo aquel que sea candidato o vote en las elecciones será considerado infiel, y dijo que atacará los centros de votación.
En un video colocado en la internet, el EI mostró lo que dijo era la muerte a tiros de dos trabajadores de campaña en Tarmiya. Unos días más tarde, e grupo dio a conocer un mensaje de audio en el que acusó al gobierno de mayoría chií de ser un agente de Irán.
Casi 7.000 candidatos compiten por 329 escaños en el parlamento en los comicios, los cuartos desde la invasión estadounidense del 2003.
Algunos partidos políticos suníes han expresado preocupación de que la precaria situación de seguridad en partes del norte y el oeste de Irak, además del hecho de que unos 2,3 millones de personas siguen desplazadas luego de tres años de campaña militar contra el EI, afecten la concurrencia a las urnas en esas áreas.
En diciembre, Irak declaró la victoria contra el EI tras expulsar al grupo de todo el territorio que había tomado en el verano del 2014. Sin embargo, funcionarios iraquíes y estadounidenses dicen que es muy probable que el grupo siga lanzando ataques en el país.