• En las elecciones del 20M la gran mayoría de “veedores» internacionales han declinado la invitación. Si nos diesen a escoger, también dejaríamos por fuera a los usuales bebedores internacionales.
• El tiempo sana las heridas pero hay que darle su tiempo, que al igual que el tiempo de Dios, es perfecto.
• Yo creo que, a futuro, los bebitos de las nuevas tecnologías van a nacer “wireless”; es decir, sin el “obsoleto” cordón umbilical, y así estar acorde con los tiempos.
• Esperemos que el mundial de fútbol , ya a las puertas, no sea un incentivo más para que nosotros incrementemos las metidas de pata, a la vez que comencemos a correr las consabidas bolas.
• “La censura termina en la lógica consecuencia de nadie poder leer los libros que desee para terminar leyendo los libros que nadie lee”, George Bernard Shaw.
• Parafraseando lo anterior, la censura en la pantalla chicha busca que no podamos ver la televisión que todos deseamos ver para terminar viendo la tele que nadie ve.
• Por lo demás, la censura busca “protegernos” de ver una realidad que a diario vivimos.
• ¿Sabía Ud. que hay países en donde la justicia es al revés? Ahí quien no la debe es quien la debe temer. Cualquier parecido no es pura coincidencia.
• ¡Qué bolita! Ese era el único desodorante que a veces conseguíamos. Al igual que una única crema dental de la cual había que colgarse. Y si ahora por casualidad les encontramos, están por la nubes.
• Por cierto, si hablamos de vegetales, uno que ahora nos hace llorar por partida doble es la cebolla: al picarla y al pagarla.
• Vivimos en una sociedad, ávida de variados goces, y por ende, ve aburrida a la gente catalogada como normal. No les gusta ese catálogo.
• El no tener metas en la vida es como querer avanzar sentados en una mecedora.
• En nuestro país la malaria pasó a convertirse en buenaria, de la misma forma como los malandros se convirtieron en buenandros.
• Una de las razones por las cuales en Venezuela tenemos una alta tasa de divorcios, es porque muchos hombres se levantan de madrugada, se toman un café, y luego se van para su casa.
• Quienes tenemos la dicha de poseer una mascota (no de béisbol) , podemos compartir con los demás humanos dos o tres cosas (por falta de espacio) que aprendemos de ellas: 1) correr a mostrarle amor a quien amamos 2) aguantarle su genio cuando no está en su mejor día 3) sentarnos a su lado en solidaridad cuando invade la tristeza. Valen una golosina. La nuestra se llama Rocco y hemos aprendido mucho de ella.
• Nos vemos por ahí.