El Ecoparque Joaquín Lavado «Quino» es un proyecto que un grupo de jóvenes estudiantes del estado Lara elaboró para participar en el concurso BID UrbanLab 2017, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la Provincia de Mendoza, Municipalidad de Guaymallén, en Argentina.
Con una combinación de talento, juventud, esfuerzo y muchas ganas de cambiar el mundo, los chicos del equipo Senderos de la Ciénaga de la Universidad Central de Venezuela ganaron el concurso y esta semana eligieron la sede de Arquitectura de su alma matter, ubicada en Barquisimeto, para presentar por primera vez el proyecto en Venezuela.
El equipo conformado por las estudiantes de Arquitectura Albamarina Silva, Silvia Uzcátegui, Génesis Loizaga y el estudiante de Economía, Francisco Ferrero dejaron una vez más el nombre de Lara y de Venezuela en alto con su proyecto ecológico en el cual buscan integrar la recreación, el turismo, la ecología, y el desarrollo sustentable con una de las ciudades más importantes de la nación suramericana.
Orgullo nacional
Albamarina y Francisco fueron los encargados de presentar el trabajo ganador. La estudiante de Arquitectura conversó con elimpulso.com y aseguró que la experiencia de recibir ese premio fue de gran orgullo haber levantado el tricolor nacional en esa competencia, en la cual participaron prestigiosas universidades de Latinoamérica.
Por su parte, Francisco dijo que el esfuerzo e ir un poco más allá de lo que exigían fueron parte de la clave de haber conseguido este galardón, y que además la universidad venezolana es reconocida en la región y tiene mucho que dar tanto para formar a los jóvenes profesionales como para el desarrollo del país.
¿De qué trata el proyecto?
El ecoparque, que es un sencillo homenaje al creador y padre de la famosa caricatura argentina, Mafalda, «Quino», se desarrollará en la Provincia de Mendoza, donde la actividad turística y vitivinicola son sus principales fuentes de desarrollo, pues aporta el 60% de producción de los vinos del país.
El desarrollo que empezará con un área de 6 hectáreas y se extenderá a 26, propone la creación de un espacio recreacional, ecológico, cultural y científico, que de alguna manera conecte los linderos de la Cordillera preandina con el sector agrícola de la zona.
Contará con espacios importantes comenzando con el uso de una antigua estación de ferrocarril, transporte ecológico, uso de energías alternativas, bosques, laboratorios, laguna de retención, biblioteca, vivero, galpones de arte, todo ello como un todo integrado.