Al menos 40 personas murieron a causa de un ataque con gases venenosos en una localidad bajo control rebelde cerca de la capital, informaron activistas sirios de oposición y personal de rescate. Sin embargo, el gobierno sirio rechaza las acusaciones.
El supuesto ataque en la localidad de Duma ocurrió la noche del sábado como parte de la reanudación de hostilidades de las fuerzas del gobierno sirio, después de que se rompiera una tregua.
El reporte no pudo verificarse de manera independiente.
Rescatistas señalaron que encontraron familias completas sofocadas en sus viviendas y refugios y con espuma en la boca. La Defensa Civil Siria, vinculada con la oposición, pudo documentar 42 decesos, pero los penetrantes olores les impidieron continuar con la búsqueda, señaló Siraj Mahmoud, portavoz del grupo conocido como Cascos Blancos.
La Defensa Civil y la Sociedad Médica Sirio-Estadounidense, una organización de ayuda, indicaron en un comunicado conjunto, que más de 500 personas, en su mayoría mujeres y niños, fueron trasladados a centros médicos luego de presentar dificultad para respirar, espuma en la boca y ardor en los ojos. El comunicado señala que los pacientes registraron un olor similar al cloro. Algunos de ellos tenían un tono de piel azulado, señal de falta de oxígeno.
Los síntomas son consistentes con exposición química. Una paciente sufrió convulsiones, y tenía pupilas dilatadas, lo que insinúa una exposición a una neurotoxina.
El Observatorio Sirio Por los Derechos Humanos indicó que al menos 80 personas murieron el sábado en Duma, incluyendo alrededor de 40 que fallecieron por asfixia. Pero el organismo indicó que la sofocación fue como resultado del colapso de refugios en los que había personas.
«Hasta el momento, nadie ha podido averiguar el tipo de toxina que se utilizó», dijo Mahmoud en un comunicado por video desde Duma.
Señaló que el gobierno también atacó casas, clínicas e instalaciones de emergencia con explosivos convencionales. La mayoría de los servicios médicos y ambulancias de la localidad quedaron fuera de servicio.
Videos publicados por los Cascos Blancos aparentemente mostraban a las víctimas, incluyendo a bebés en pañales, que respiraban por medio de mascarillas de oxígeno en hospitales improvisados.
A través de un comunicado publicado en la agencia noticiosa estatal SANA, el gobierno sirio rechazó rotundamente las acusaciones. Indicó que se trata de «fabricaciones» por parte del grupo rebelde Ejército del Islam, en un «intento fallido» por obstaculizar los avances del gobierno.
«El ejército, que avanza rápidamente y con determinación, no necesita usar ningún tipo de sustancias químicas», destacó el comunicado.
Las fuerzas del gobierno sirio reanudaron el viernes su ofensiva contra el bastión rebelde de Duma, luego de que una tregua de 10 días colapsara por desacuerdos sobre la evacuación de combatientes de oposición. La violencia volvió días después de que cientos de combatientes de oposición, en compañía de sus familiares, salieron de Duma rumbo a zonas bajo control rebelde en el norte de Siria. Duma es el último bastión rebelde en Ghouta oriental.
El supuesto ataque con gases en Duma se presenta casi exactamente un año después de que se registrara un ataque químico en la localidad de Khan Sheikhoun, en el norte de Siria, en el que murieron docenas de personas. El incidente provocó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara un ataque con varias decenas de misiles Tomahawk contra una base siria. Trump dijo que el ataque tenía el objetivo de disuadir a Siria de volver a utilizar armas ilegales.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, dijo que Washington sigue de cerca los «inquietantes reportes» del supuesto ataque con armas químicas en Duma.
«De confirmarse estos reportes, son horrendos y exigen una respuesta inmediata de la comunidad internacional», dijo en un comunicado la noche del sábado.