El aumento vertiginoso del dólar paralelo en los últimos días tiene a los venezolanos saltando de un lado a otro queriendo comprar divisas al no encontrarlas en el mercado corriente implantado por el Gobierno.
La demanda de dólares en las últimas dos semanas ha sido brusca a raíz del estancamiento del precio que mantiene el portal electrónico Dólar Today. En contraste quienes tienen dólares venden al precio que les provoque sin tener una referencia clara que fije el valor real de la divisa americana en el mercado paralelo.
A través de su cuenta en Twitter el economista Luis Olivero aseguró que “el paralelo pasa de largo los 300. Va a seguir aumentando. La supuesta estabilidad se acabó hace más de dos semanas”.
En abril —según datos del portal Banca y Finanzas— el dólar paralelo en el portal electrónico referencial detuvo su vertiginosa alza que mostró en enero y luego de retroceder en febrero, subió 10% en marzo, a un paso lento, pero acercándose a su máxima cotización alcanzada a comienzos de año. La devaluación en este mercado no oficial en marzo fue de 9% y acumula 53% en lo que va de 2018.
La pasarela de oferta y demanda de dólares ha sido en los últimos la mensajería instantánea de Whatsapp, a diario cientos de personas ofrecen y solicitan dólares. Algunos publican su precio automáticamente con su mensaje. Otros prefieren dejar incognito el precio para que los interesados le preguntes. Lo cierto es que al menos en Barquisimeto los revendedores ofrecen la divisa extranjera hasta en 330 mil bolívares.
Reconocidos economistas en el país no se atreven a predecir el comportamiento del dólar paralelo porque es una tarea nada fácil. No hay una metodología exacta que permita establecer la cotización de la moneda. El valor actual podría estar dado por las decisiones que tome el gobierno en materia económica u otros factores como el movimiento de oferta y demanda en Cúcuta o Maicao.
El economista Manuel Quintero, dijo al diario Panorama que la “estabilidad de la divisa no oficial se acabó hace rato, ahora entró en una fase de anarquía. La ausencia de divisas al sector privado está empujando a los empresarios a buscar dólares donde sea y pagarlos a cualquier precio. Quienes tienen los verdes tampoco los desean soltar tan fácilmente (…) y por eso se vienen registrando esos precios tan exorbitantes. El fenómeno de la hiperinflación también entra en este juego (…) ya nadie quiere vender sus dólares baratos”.