De acuerdo con las investigadoras, Anna Marie Valerio y Katina Sawyer:
«La inclusión de género significa involucrar tanto a hombres y mujeres en el avance del liderazgo de las mujeres. A pesar de que muchas organizaciones han intentado combatir el sesgo de género al ofrecerles programas de capacitación o grupos de redes específicamente para ellas; los líderes que entrevistaron se dieron cuenta de que cualquier solución que involucre solo al 50 por ciento de la población humana, es probable que tenga un éxito limitado.
Un hombre aprenderá más si se junta con una mujer.
La gran pregunta sería: ¿ Qué aspecto tiene la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo hoy?. Las mujeres y los hombres luchan por definir la nueva normalidad en la era del tiempo.
“¿Cómo puedo mostrar mi apoyo a mis colegas femeninas? los hombres preguntan. Hay mucha conversación hoy en día acerca de que las mujeres actúen como mentores de jóvenes mujeres, pero existe una gran opinión de que las mujeres necesitan ser mentoras de hombres también. Muchas mujeres sostienen, que si fueran hombres, que vieran una razón personal, moral o comercial para apoyar la diversidad de género en su lugar de trabajo, irían a una universidad de mujeres a pedirles que fueran mentores de ellos.
Melissa Lamson, Presidenta y Gerente General de Lamson Consulting, señala que eso es verdad. Uno de sus clientes la contrató para liderar estrategias avanzadas para talleres de mujeres. El cliente tuvo éxito en elevar el número de mujeres gerentes de 22 por ciento a 37 por ciento en cuatro años. Pero quedó claro que sin comprometer el apoyo activo de los hombres dentro de la empresa, la misma solo lograría crear un equilibrio de género en la parte superior de la misma. La misma empresa ha llevado adelante talleres para hombres y han sido muy poderosos.
Definitivamente, si las mujeres y los hombres no trabajan juntos, las empresas no lograran la igualdad en el trabajo. Ello comienza por entender nuestras diferencias, aprender a comunicarnos y apoyarnos unos a otros.