El Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, uno de los movimientos más importantes del mundo de la música clásica, enfrenta una etapa crucial tras la muerte de su creador y principal motor, el maestro José Antonio Abreu.
Llenar su vacío y seguir adelante con su legado es el principal reto de su director ejecutivo, Eduardo Méndez, quien asume su cargo en medio de la compleja crisis económica que aqueja al país. La organización ha perdido un porcentaje significativo de profesores y músicos, quienes se han unido a la diáspora de millones de venezolanos.
Por quince años Méndez trabajó junto a Abreu desde diferentes posiciones, pero ahora el violinista y abogado de 39 años deberá asumir solo la batuta de El Sistema, que cuenta con alrededor de 980.000 niños y jóvenes músicos, según estimaciones del movimiento.
«Lo que nos queda a nosotros es multiplicarnos en miles de maestros Abreu», dijo Méndez en una entrevista con The Associated Press el lunes, cuando aseguró que el reto en esta etapa será darle continuidad al legado del fundador con el fortalecimiento de diferentes programas, tales como el de iniciación musical y desarrollo de nuevos géneros y de la música venezolana, y generar nuevas actividades y proyectos.
Ante la crisis económica y social que enfrenta el país suramericano, de la cual El Sistema no ha escapado, Méndez reconoció que la tarea no será fácil.
Desde la sobria y moderna sala de conciertos del Centro Nacional de Acción Social por la Música, sede capitalina de El Sistema, el director ejecutivo indicó que cerca del 8% de los profesores y una porción importante de músicos renunciaron a la organización porque se fueron del país. «No ha sido sencillo convencer a todos (los músicos), pero muchos de ellos se han ido con la única idea de buscar cierta estabilidad económica», señaló.
En el caso de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, la más importante del movimiento, entre finales del 2017 e inicios de este año renunciaron al menos 42% de los músicos, de los cuales muchos ya fueron reemplazados, precisó el directivo.
La migración redujo de manera significativa las nóminas de las orquestas Teresa Carreño y la Sinfónica de Caracas, las cuales se fusionaron este año para constituir la nueva orquesta Juan José Landaeta.
El año pasado las autoridades venezolanas suspendieron las giras por Estados Unidos y Asia que tenían previsto realizar dos de las orquestas de El Sistema bajo la batuta de su más reconocido director, Gustavo Dudamel, quien actualmente se desempeña como director artístico y musical de la organización, además de director musical de la Filarmónica de Los Ángeles.
Las suspensiones se dieron poco después de unas declaraciones de Dudamel contra el proceso que impulsó el año pasado el presidente venezolano Nicolás Maduro para instalar una Asamblea Nacional Constituyente. Maduro reaccionó con dureza y le exigió públicamente que actuara «con ética» y no atacara «a quien ha sido el artífice de la expansión de este movimiento».
Méndez descartó que Dudamel vaya a salir de la organización, que es financiada por el gobierno. «Para nosotros él es el músico director que el maestro Abreu además designó», señaló. Se espera que Dudamel visite Venezuela entre finales de agosto o septiembre para participar en conciertos de la Orquesta Simón Bolívar y otras orquestas regionales.
Al preguntarle si se permitirá que los directores y músicos de El Sistema mantengan su postura crítica hacia el gobierno, el directivo expresó que «siempre hemos respetado todo. … Cada quien es dueño de sus actos y cada quien dice lo que considera decir o hace lo que considera hacer».
Sobre las giras que se adelantan para este año, dijo que se está planificando un viaje para finales de mayo a Viena, donde El Sistema realizará una exposición durante una asamblea de Naciones Unidas para presentar su modelo de enseñanza. Es posible, agregó, que Dudamel participe en ese evento.
