La democracia en Venezuela se encuentra en terapia intensiva, aseguró este jueves Ramón Guillermo Aveledo, presidente del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro, quien considera imprescindible “curar ese mal con un cambio político, no para quitar a un grupo político y poner a otro sino para hacer cumplir la constitución”.
Este planteamiento lo hizo Aveledo, durante el encuentro Avances de la Modernización de la Asamblea Nacional de Venezuela, realizado en el salón Francisco de Miranda, en la sede administrativa de la Asamblea Nacional.
Aseguró que la anarquía con la cual el gobierno pretende imponer su criterio por encima de los parámetros constitucionales, amparándose en los órganos de justicia adeptos a sus prejuicios, es el mal del porqué la democracia venezolana se está muriendo.
Durante su exposición sobre Parlamento y Gobernabilidad Democrática, Aveledo recordó que en una democracia no hay gobernabilidad sin parlamento, ya que la democracia es el reconocimiento del pluralismo, de la diversidad de la sociedad.
Asimismo, considera que el reconocimiento de la democracia supone, a su juicio, que así como hay un órgano que gobierna y un órgano que juzga, tiene que haber un órgano donde se vea reflejada esa diversidad social, esa pluralidad, dijo.
-Las sociedades democráticas, no son de una sola opinión, son de múltiples opiniones y requieren de muchos intereses-, precisó Aveledo.
Asegura que el diseño institucional de la democracia exige que haya o exista un parlamento, el cual es el dispositivo inventado por los teóricos políticos para reflejar un mapa de lo más representativo de la sociedad en su conjunto.
Por lo que estima necesario que quienes ejercen el poder deben tener presente tal consideración al igual que los miembros del Parlamento, “porque su utilidad deriva de su legitimidad de la vinculación que tienen que tener permanente con la sociedad que los pone allí, para que ellos reflejen esas distintas opiniones”, dijo Aveledo.