Si no se incorporan las más modernas tecnologías a los programas de desarrollo agrícola, que se desarrollan en el ámbito mundial, para el año 2050 no habrá medios para alimentar a una población de 9.000 millones de personas, por lo que es un reto que hay por delante, y de lo cual no escapa Venezuela.
El pronunciamiento lo hizo Luis D´Alvano, Profesor, Master en Administración de Empresas, IESA; Ingeniero Mecánico, Universidad Simón Bolívar y con Doctorado en Gestión Tecnológica, Universidad Politécnica de Madrid (en curso), al destacar en el Taller Agrícola para Periodistas, la gran trascendencia que tiene para el mundo, no caer en rezagos en materia de tecnología para la agricultura, señalando que entre 1950 y el 2050, la tierra arable por persona se habrá reducido de 40 hectáreas, a solo 20 hectáreas.
El especialista destaca que la tierra arable disponible para atender el reto de crecimiento de la demanda de alimentos, está en América Latina y en África, por lo que resulta urgente hacer más agricultura con mayor rapidez, precisión y más amigable con el medio ambiente.
-Si queremos resolver los problemas de la agricultura, tenemos que trabajar con mucho empeño en materia de tecnología, tomando en consideración que mientras la población mundial continúa creciendo, cada día hay menos tierra disponible para la agricultura, mientras que en países como Venezuela, solo basta con recorrer el país por carretera, para poder observar las grandes extensiones de tierras ociosas que existen-, aseguró.
Asegura que en la agricultura, no ocurre como en otras actividades de la producción, en esta actividad hay que actuar en el momento oportuno, de acuerdo a las condiciones climatológicas, asegurando que “en la agricultura, lo que no se hace a tiempo, no se hace”.
De allí el empeño que ponen las organizaciones gremiales como Fedeagro y sus asociaciones, al reclamar al gobierno el suministro de los insumos como semillas, fertilizantes, agroquímicos, equipos para mecanizar la producción, repuestos, lubricantes, para poder acometer las siembras en los dos ciclos principales, norte verano y norte invierno que está por comenzar.
D´Alvano recuerda que en materia de tecnología, el conocimiento se vuelve obsoleto muy rápido, sobre todo en esta era de la informática, señalando que al final del primer milenio, el conocimiento se duplicaba cada 200 años; al comienzo de la revolución industrial, cada 30 años y en la era actual de la información, el conocimiento de duplica cada 5 años.
Destacó asimismo, que en décadas pasadas siempre se consideró el capital, la tierra y el trabajo, mientras que en la actualidad el capital se sigue manteniendo, pero la tierra se considera como recursos naturales, el trabaio como talento humano y se han incorporado las variables de tecnología y mercado.
Entre las acciones que se deben acometer para impulsar la agricultura, destacan el acceso a la tecnología, manteniendo operativo el parque de mecanización y mejorar la disponibilidad de insumos; impulsar una agenda de desarrollo tecnológico e innovación basada en las necesidades de los productores por rubros y ambiente agroclimático; atención a los problemas específicos de rubros e integración de rubros agrícolas y pecuarios, rotación y diversificación.