La inteligencia artificial abre grandes beneficios a la ciencia pero también conlleva riesgos, dependiendo de cómo sea utilizada, advirtió el viernes Demis Hassabis, director de la empresa británica DeepMind.
«Hay toda una serie de preguntas filosóficas interesantes y difíciles», admitió el ejecutivo de DeepMind, una filial de Google especializada en inteligencia artificial.
«Vamos a tener que responder sobre cómo controlar estos sistemas, qué valores queremos que tengan, cómo queremos desplegarlos y para qué queremos usarlos», dijo.
Hassabis habló durante una proyección de un documental sobre AlphaGo, el sistema de inteligencia artificial desarrollado por DeepMind que dejó atónito al mundo en 2016 cuando logró derrotar a un humano en una partida de Go, un juego chino de estrategia muy complejo.
En un coloquio celebrado en University College London, dijo que la AI es «una herramienta increíble para acelerar los descubrimientos científicos», y agregó que cree que puede ser una de las tecnologías más «beneficiosas» que la humanidad haya tenido nunca antes.
Sin embargo, igual que otras tecnologías muy potentes, «conlleva riesgos», dijo. «Esto depende de la forma que nosotros, como sociedad, decidamos usarla», agregó.
El ejecutivo dijo que las cuestiones éticas están entre las prioridades de DeepMind, una empresa fundada en 2010 y que ahora forma parte de Google.