Par ser un líder incontestable el talento no es suficiente, sobre todo si desaparece en las grandes citas. Tras su expulsión en Marsella en la primera vuelta (2-2) y la derrota del PSG en Madrid (3-1), Neymar tiene la oportunidad el domingo en un nuevo ‘Clásico francés’ de ser decisivo.
Y tres días más tarde, de nuevo en el Parque de los Príncipes, la estrella brasileña se volverá a encontrar con el Marsella, entonces en los cuartos de la Copa de Francia.
«Es fácil meter muchos goles al Dijon en el campeonato, pero es en estos partidos en los que hay que ser bueno», señaló nada más finalizar en el Santiago Bernabéu Adrien Rabiot, en la ida de octavos de la Liga de Campeones ¿Pensaba en Neymar el internacional francés?
Es una constante. Desde su espectacular llegada al PSG el N.10 de la selección brasileña brilla contra los equipos modestos, pero se muestra menos decisivo ante las grandes potencias.
Del famoso cuádruple al Dijon (8-0) -que terminó con pitos desde la grada cuando decidió lanzar un penal en detrimento de Edinson Cavani-, a su destacada actuación, aunque excesivamente individualista, frente al Real Madrid, ‘Ney’ debe ahora certificar que es el hombre llamado a cambiar el destino del PSG.
Esto significa ganar la primera Liga de Campeones en la historia del club. Ya dominador del fútbol francés en los últimos años -a pesar de que el último campeonato se lo arrebató el Mónaco-, la directiva del PSG pagó al Barcelona 222 millones de euros, el mayor traspaso en la historia del fútbol, para contar con Neymar y alcanzar este objetivo.
‘No cometer los mismos errores’
En su primer ‘Clásico francés’, en Marsella en octubre (2-2), la estrella brasileña marcó un gol, pero se dejó llevar por sus nervios. Incapaz de controlar las provocaciones locales, especialmente por parte del argentino Lucas Ocampos, finalmente fue expulsado por una segunda amarilla.
«Los aficionados me tiraron proyectiles, fue algo exagerado, el fútbol no es así. Perdí mi sangre fría, asumo mi error», señaló el futbolista tras el partido, añadiendo que «el césped estaba seco y alto».
«Se le cruzaron los cables», señaló el viernes el atacante del Marsella Valere Germain, antes de ofrecer su opinión sobre el carácter del brasileño: «No me gusta mucho cuando vacila a los rivales, en un momento dado, es normal que reciba golpes. Si hubiera jugado en los años 90 hubiera sido complicado para él».
Su técnico Unai Emery confía en que Neymar ofrezca su medida el domingo: «Estoy tranquilo porque él es inteligente. Aprende de las cosas que pasan individualmente o colectivamente para no cometer los mismos errores».
¿Posible baja?
«Creo que todos los jugadores son conscientes de la importancia del partido, aunque algunos no conozcan muy bien el ‘Clásico’. Les recordaremos que es un partido diferente», añadió Emery el viernes.
Neymar, de 26 años, se perdió el entrenamiento del viernes por un «síndrome viral», según el club. «Estoy seguro que estará preparado para el domingo, estará muy concentrado en hacer un gran partido con el equipo», dejó claro Emery, que no pudo contar con el jugador en la derrota 2-1 ante el Lyon a finales de enero.
Incapaz de ser decisivo en el Velodrome, en el Bernabéu o en el Allianz Arena contra el Bayern Múnich (derrota 3-1), Neymar tiene por delante dos Clásicos y la vuelta de octavos de Champions ante el Real Madrid (6 de marzo) para demostrar que puede ser el próximo rey del planeta fútbol.
«Cuando jugamos en el Parque, los jugadores sienten algo especial con todos lo hinchas, tanto Neymar como los otros», recordó Emery.