El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (C), se reúne en la Casa Blanca con sobrevivientes de la masacre de Florida que dejó 17 muertos, en Washington, el 21 de febrero de 2018.
El presidente estadounidense, Donald Trump, insistió este jueves en su convicción que armar a algunos maestros tendría un efecto disuasivo ante los atacantes que buscan sembrar el terror en las escuelas.
En una seguidilla de tuits, el mandatario estimó que esa medida, muy controversial y rechazada por una parte de la comunidad educativa, podría ser determinante: «Una escuela ‘sin armas’ es un imán para la gente mala», lanzó.
Trump había ya argumentado a favor de esa propuesta durante una reunión el miércoles en la Casa Blanca con sobrevivientes de la matanza en una escuela secundaria de Florida que dejó 17 muertos la semana pasada. El jueves debe encontrarse con legisladores estatales para continuar las discusiones sobre este tema sensible.
«Maestros y entrenadores altamente entrenados y adeptos a las armas solucionarían instantáneamente el problema, antes de que llegue la policía. GRAN PODER DISUASIVO», escribió Trump, destacando que según la experiencia los tiroteos duran en promedio «tres minutos» y que le toma «de 5 a 8 minutos» a la policía para responder.
Estimó que 20% de los docentes, aquellos adeptos a las armas y con «antecedentes militares o entrenamiento especial» podrían portar «armas ocultas», lo que les permitiría «inmediatamente responder los disparos si un loco salvaje entra a una escuela con malas intenciones».
Según Trump, los maestros armados serían mucho más efectivos y menos costosos que contratar guardias de seguridad en las escuelas, presentando por primera vez un argumento económico.
«Si un ‘tirador psicópata’ sabe que una escuela tiene un número grande de maestros expertos en armas (…) nunca atacará esa escuela (…) Problema solucionado», señaló.
Tras el tiroteo, Trump ha dicho que promoverá controles a las compras de armas y propuso prohibir un dispositivo que permite convertir armas semiautomáticas en ametralladores. Pero su insistiencia en armar a los docentes ha levantado una ola de polémica.
Durante un debate organizado la noche del miércoles cerca de Miami por la cadena CNN, numerosas voces se elevaron para advertir contra ese escenario.
«¿Debo formarme como una policía en vez de educar a los niños?» inquirió Ashley Kurth, una profesora del liceo Marjory Stoneman Douglas de Parkland, donde el tiroteo dejó 17 muertos. «¿Debo vestir un chaleco antibalas de kevlar?», agregó.
«No creo que los maestros deban estar armados. Pienso que deben enseñar», dijo por su lado el comisario Scott Israel, que intervino en la escena de masacre cometida la semana pasada.
El senador republicano Marco Rubio también hizo saber sus diferencias con Trump, afirmando su oposición a esa idea.
En la serie de mensajes, Trump también dijo que se abocará a empujar temas afines a los críticos del sistema de acceso a las armas en Estado Unidos, como elevar de 18 a 21 años la edad mínima para comprar un rifle o reforzar los controles de antecedentes penales y de salud mental de los compradores potenciales de un arma.
Varios han destacado el hecho de que Nikolas Cruz, el atacante de Parkland, había podido a los 18 años comprar un fusil semiautomático, mientras que hace falta tener 21 años para comprar alcohol en Estados Unidos.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA), el poderoso lobby pro-armas que pagó 30 millones de dólares a la campaña presidencial de Trump, expresó su oposición a toda elevación de la edad legal para comprar un arma, estimando que tal medida «castiga a los ciudadanos obedientes de la ley por los actos malvados de criminales».