Sin pisca de asombro, pues eso se veía venir, recibimos la tracalera decisión tomada por la ilegítima ANC de adelantar las elecciones presidenciales. Ante todo debemos destacar que para tomar la decisión de un adelanto de elecciones, sobre todo si son presidenciales, debe haber un motivo suficientemente valedero, razonado y fundamentalmente CONSTITUCIONAL que sustente dicha decisión. Hasta donde conocemos eso no se cumplió para que la ANC írrita tomara esa decisión.
Ahora bien, como he sostenido en anteriores oportunidades, la ANC que hemos denominado inconstitucional, írrita, etc. sus actos han sido “constitucionalizados” por decisión de la Sala Constitucional del TSJ que es el único órgano o instancia que puede hacer esas cosas, así sean traídas por los cabellos (literalmente ahora por Diosdado). Es decir que es supraconstitucional gracias a esa sala y como consecuencia de su decisión la ANC puede hacer y deshacer lo que salga del forro (disculpen el academicismo), y hasta le fecha lo ha hecho. Y al haber tomado la decisión de llamar a elecciones presidenciales adelantadas, como hizo pero en forma retrasada para gobernadores y alcaldes, el CNE tiene que cumplir con ese mandato o se expone a que sean destituidos, y dada la composición de ese cuerpo estamos seguros que lo cumplirá al pie de la letra, esperemos que sea 3 a 1 y un cadáver muerto, según dicen. Así que fecha para elecciones habemus muy pronto.
Ante este panorama toca tomar, por parte de la oposición democrática, en este caso la MUD y demás organizaciones y partidos políticos de oposición, así como la sociedad civil organizada, LA GRAN DECISIÓN. Qué hacer?
Nada fácil la decisión a tomar: Hacer caso omiso de ese llamado y no participar, o participar y enfrentar todas las trampas ya conocidas y por conocer de este régimen castro comunista, tramposo, corrupto, narcotraficante, inepto, incapaz, criminal?
Ante esto urge que la dirigencia nacional toda, sin excepciones, los que están aquí, los que están presos y los que están en el exterior, los viejos, menos viejos y jóvenes, los que han tenido alguna responsabilidad política en alguna época, pero que tengan algo que aportar, los conversos, se acurden en un solo bloque, hagan los análisis profundos, serios, sinceros, con definición clara de estrategias y tácticas que amerita el caso; poniendo a un lado cualquier interés por válido que este sea, justificable o subalterno, tanto político como grupal o personal. Entendiendo que de esa decisión que al final se tome va a depender definitivamente el futuro del país. El futuro de Venezuela, nuestra patria. El que continuemos con este régimen destructor de nuestra nación, comunista, plegado al régimen cubano, a los grupos terrorista del mundo y a los demás países totalitarios. Que se siga con esta hambruna, sin alimentos ni medicinas, con una moneda totalmente deteriorada, con una economía depauperada, con superinflación, inseguridad y un éxodo de recursos humanos sin precedentes. En resumen con un país totalmente sin FUTURO.
Deben ser considerados todas y cada una de las consecuencias de una u otra decisión que se tome. Poner a un lado los arrebatos juveniles, las corazonadas y pensar cerebralmente. Tratar de responder a estas y muchas otras interrogantes.
Qué pasaría si no acudimos a ese proceso electoral?
Qué pasaría si vamos al mismo?
Y si vamos y vamos todos UNIDOS?
Y si vamos DESUNIDOS?
Qué pasaría si vamos y se pierde por las trampas del régimen?
Qué pasaría si vamos y ganamos pero nos desconocen el triunfo?
Qué pasaría si vamos y ganamos pero la ANC inventa otros requisitos para validar el triunfo opositor?
Si los organismos internacionales y países amigos aconsejan no participar y les hacemos caso pero se realizan las elecciones y lógicamente gana el gobierno, qué le pediríamos a ellos como garantía de que ese triunfo no se consolidará?
En fin que estos y muchas otras interrogantes hay que buscarle respuestas antes de tomar una decisión. Decisión que al final debe ser lo más unánime posible, casi que preferiblemente consensuada. Y URGENTE, para ya. No hay tiempo que perder.
Ojala estas humildes reflexiones les lleguen a algunos de los dirigentes de la oposición democrática. Sinceramente las escribo con gran preocupación por mis hijos, por mis nietos, por mí mismo, por mi país. Por el FUTURO DE TODOS.
Oigo comentarios.
