El pasado 1º de enero, desde Agua Grande, municipio Urdaneta trasladaron a un niño de 12 años de edad, quien presentó quemaduras en el 64 % de su cuerpo.
El jovencito estaba jugando como todo muchacho con fuegos artificiales y en medio de sus travesuras, prendió un traki traki, el cual lanzó a un hueco que resultó ser un pozo séptico, y este explotó debido a la acumulación de gases, generando una llamarada que alcanzó al niño.
El jovencito estuvo recluido en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga durante 22 días, pues la noche de este lunes no aguantó y falleció, así lo informó su madre Dilcia Piña, quien indico que era estudiante de primer año de bachillerato y era el menor de cuatro hermanos.