La caridad es una flor que no se marchita para la Divina Pastora, así se llama la campaña de Cáritas Barquisimeto en ocasión de la visita 162 de la Virgen y ante la crisis de alimentación que padece el país que se traduce en miles de niños mal nutridos. Esta campaña arrancó ayer y se prolongará durante la Cuaresma.
El padre Omar Gutiérrez, director regional de Cáritas Barquisimeto, detalló que desde 2016 establecen un contacto más directo con las comunidades afines a las parroquias eclesiásticas de la Arquidiócesis de Barquisimeto.
En esos dos años, la organización local con el apoyo de Cáritas Venezuela concretó un equipo de voluntarios para desarrollar varios programas sociales, entre estos el proyecto Samán, que mantiene alerta a la organización ante los problemas de malnutrición y salud de los niños entre 0 y 5 años.
Cáritas Barquisimeto adelanta esta labor en cuatro parroquias de la arquidiócesis por ser las más vulnerables.
A través de un estudio se conoció el porcentaje de niños que presentan dificultad nutricional.
“Según ese monitoreo se estima que entre 6 y 7 niños de la entidad larense tienen problemas de malnutrición, es decir, 78 % de los niños en Lara presentan problemas de malnutrición”.
En la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Bobare se determinó que 41 % está en riesgo de caer en estado de malnutrición, son niños que deben ser atendidos inmediatamente.
Asimismo, presentan malnutrición leve (23 %), moderada (24 %) y severa (12 %).
“Estos datos le dicen a la Iglesia que hay un problema que atacar. La Iglesia no se queda solo con los índices, hemos puesto manos a la obra”.
Samán
A través del programa se atienden casi 100 niños mediante un nutrialimento que le permite recargar proteínas y evitar un estado de desnutrición. Esta actividad se hace a través de la Pastoral de la Salud. Ante este escenario la comunidad ha sabido responder.
“Es posible ayudar a mucha gente, no podemos solo advertir cuántos niños se van a morir producto de la malnutrición, conozcamos la realidad y abordémosla para ayudar lo más que podamos”, enfatiza Gutiérrez.
Mayor colaboración
El programa Samán ha sido exitoso, así como otros emprendidos por Cáritas Barquisimeto con el apoyo de Cáritas Venezuela, no obstante, hace falta la colaboración de mucha gente, dice Gutiérrez, quien mostró el estudio que se hizo en la parroquia San Juan Bosco en El Tostao.
La población infantil en riesgo de malnutrición es de 47%, leve (27%), moderada (27%).
Esta parroquia está incluida en el programa Olla Comunitaria y Samán, pero hace falta que más gente apoye la acción social de la Iglesia, agrega el sacerdote.
Algunos empresarios se han sumado con aporte de pasta, sin embargo, resulta insuficiente.
La campaña
Como mucha gente no sabe cómo ayudar, Cáritas Barquisimeto impulsa la campaña La caridad es una flor que no se marchita para la Divina Pastora, porque “juntos podemos salvar la vida de muchos niños que están viviendo cualquiera de los niveles de malnutrición en el estado Lara”.
El padre destacó que no están cerrados a ningún aporte que pueda hacer el Estado y en ese sentido trabajar en conjunto por un bien común.
“Estos datos nos tienen que invitar a trabajar en conjunto por el mayor número de niños posible”.
En la parroquia San Nicolás de Bari en Sarare el estudio arrojó que 26% de la población infantil está en riesgo de padecer desnutrición, leve (29%), moderada (16%) y severa (5%).
Colaborar es muy sencillo. Para salvaguardar la vida de estos niños de 0 a 5 años y otro grupo que se encuentra entre las edades de 5 a 12 años usted puede hacer un donativo a Cáritas Diocesana de Barquisimeto. Para información sobre el número de cuenta puede comunicarse al 0251-446.84.02 o visitar la sede en la carrera 18 entre calles 34 y 34.
“Pedimos el dinero y no ropa o comida porque la disponibilidad del recurso también nos permite reforzar la adquisición de vitaminas y acceder a los alimentos”.
Un problema que se ha enquistado
La doctora Lesbia Cortez, coordinadora de la Pastoral de la Salud, afirma que la malnutrición es un problema que se ha enquistado en el país.
Los índices de desnutrición se corresponden con un estudio elaborado por especialistas con base en las cuatro parroquias señaladas (Sarare, Bobare, El Jebe y San Juan Bosco). En una primera jornada un pediatra clasifica la malnutrición.
“Queremos que no haya más niños muertos por malnutrición en nuestro país. Como Iglesia no podemos ser indiferentes; es una realidad innegable. Así como los niños, los ancianos también representan un sector vulnerable”.
Aclaró que Cáritas Barquisimeto no solo se encarga del alimento, también se hace cargo de la vigilancia epidemiológica semanal.
“Nosotros pesamos, tallamos y medimos la circunsferencia braquial del infante. De allí viene la clasificación de la malnutrición. Las madres reciben charlas acerca del agua potable, limpieza de la casa y alimentación. Asimismo, formamos voluntariados en salud”.
Menciona que además del alimento requieren desparasitantes para los niños, por lo cual exhorta a las farmacias a hacer los donativos respectivos.
El programa Samán necesita polivitamínicos y nutrialimentos ya que la intención es abarcar más sectores. La distancia, el grado de vulnerabilidad de la parroquia y otros aspectos se valoraron a la hora de aplicar el programa en Sarare, Bobare, El Jebe y San Juan Bosco.
“Como Iglesia queremos evitar que nuestros niños sigan muriendo”.
La causa
El factor desencadenante de este problema todos los conocemos, es situación país, indicó Cortez.
-Si un niño tiene malnutrición significa que su núcleo familiar también sufre ese problema. Es por eso que pedimos su ayuda. Cuando hacemos el diagnóstico no discriminamos a nadie, hay adolescentes que tienen estados de desnutrición, así como adultos. Hacemos este llamado para poder ayudar al niño de más edad que no está entrando en el programa.
Buscamos padrinos para poder suministrarles el alimento a aquellos niños un poco más grandes.
Indicó que hay casos en los que la madre no se alimenta bien y su pequeño de más de ocho meses solo recibe lactancia materna, sin ninguna comida complementaria. Esto conduce a la mal nutrición.
En aumento
La situación de niños mal nutridos ha ido en aumento, agrega el padre Gutiérrez. La crisis se ha agudizado. Miles de personas tocan a las puertas de las casas parroquiales.
Hoy en día más de veinte parroquias se han visto en la necesidad de realizar la olla comunitaria. Cada una beneficia a 100 personas. Hay parroquias que preparan dos ollas en atención de 200 personas. Algunas parroquias realizan esta iniciativa una vez a la semana, mientras que en otras comunidades puede darse hasta tres, cinco y siete veces a la semana.
“Cáritas está comprometida con una loable labor pero seguimos necesitando el apoyo de todos. La gente cree que la Iglesia no está haciendo nada pero es que muchas veces trabajamos desde el silencio. El Señor que ve los secretos de cada quien les dará su recompensa. Hay una Iglesia viva animada a trabajar por los más necesitados”.