En una humilde vivienda en la comunidad Simón Rodríguez, específicamente en la carrera 33 esquina calle 45, una familia de escasos recursos intenta sobrevivir entre grietas y paredes a punto de caer. Es precaria su situación.
Su hogar por más de 40 años se ha deteriorado con el pasar de los años y esperando la ayuda gubernamental transcurrió el tiempo. Hoy en día, la vivienda se encuentra en condiciones de riesgo, inhabitable por la inseguridad que conlleva vivir entre paredes que son propensas al colapso en cualquier momento.
Erika Almao es el sostén de la familia, junto con su madre y sus cuatro hijos intentan sobrellevar la situación. Intentando buscar soluciones conversaron con los miembros del consejo comunal de la zona, quienes les prometieron que próximamente un lote de casas de la Gran Misión Vivienda sería construida en el lugar y una de las viviendas sería otorgada para su familia. Sin embargo meses han pasado y ni un solo bloque se ha colocado.
“Compré mi casa hace 40 años y estamos solicitando ayuda al Gobierno porque estamos viviendo una situación muy fuerte. La casa se está cayendo; tenemos humedad en todas las paredes, las raíces de los árboles han ido levantando el piso y los techos de zinc ya no sirven de nada”.
Cuando llueve la situación se vuelve aún más peligrosa, el agua se deja colar por las goteras del techo, las paredes y se inunda la casa. Han perdido varios de sus enseres, colchones y la cocina no les funciona debido a la humedad.
“Apenas cae una lluviecita pedimos ayuda a los vecinos para que nos dejen estar allí hasta que escampe, porque tenemos miedo de quedarnos aquí y nos caiga la casa encima o le pase algo a los niños más pequeños”.
Aunado a ello, las cloacas se encuentran colapsadas y, aunque en varias oportunidades han reportado a Hidrolara esta situación, nunca han visitado la zona para dar respuestas.
“Por las lluvias la casa se empezó a deteriorar y nosotros no tenemos recursos para repararla. Lo que gano sólo alcanza para mantener medianamente toda la familia y de verdad necesitamos ayuda. El consejo comunal prometió ayudarnos pero no se ve movimiento de las viviendas. No queremos esperar que pase una tragedia para poder se escuchados”.
Con la esperanza de disfrutar de una vivienda digna, esta familia hace un llamado a los organismos gubernamentales para que se dediquen a cumplir sus promesas electorales y construyan las esperadas casas que tanto necesitan en la comunidad.
Como esta, varias familias de la zona padecen del deterioro de sus viviendas y no cuentan con los recursos suficientes para lograr reconstruirla.
Fotos: Daniel Arrieta