Aunque al acercarse la fecha en que la imagen de la Divina Pastora hará su tradicional recorrido entre su santuario en la población de Santa Rosa y la Catedral Metropolitana de Barquisimeto, se llevan a cabo trabajos de acondicionamiento de la ruta a cumplirse el próximo 14 de enero, eso no ha ocurrido a cabalidad.
Este miércoles se pudo ver cuadrillas de obreros de la alcaldía de Iribarren dedicados a darle mejor aspecto a los alrededores de la redoma de Santa Rosa, concretamente a las pendientes ubicadas en la parte norte, convertidas por personas inescrupulosas en vertederos de desperdicios, donde había, desde bolsas, cajas, ramas de árboles y recipientes de todo tipo, hasta lavadoras, neveras y colchones viejos.
“Nosotros tratamos de limpiar hasta donde sea posible porque en la parte alta no llegamos ante el riesgo de que alguno de los trabajadores pueda sufrir un accidente y resultar lesionado”, dijo quien fungía de jefe de la cuadrilla.
En efecto, presumiblemente los mismos vecinos del sector Las Flores lanzan desperdicios a la parte baja, práctica que se ha extendido por mucho tiempo.
Pero, más adelante existe una filtración de aguas servidas, procedente de una vivienda ubicada en la parte alta, que no ha podido ser eliminada durante años, pese al continuo derrumbe de parte del cerro que cubre la acera por la que deberían caminar los peatones.
Desde la alcaldía o la gobernación se limitan a retirar la tierra que cae de la parte alta, aunque nunca aplican una solución definitiva.
Igualmente, no ha sido acondicionada la calle que desde la subida de Santa Rosa se llega al viejo cementerio de la población, la que, actualmente se encuentra por completo intransitable.
La misma avenida Lara, por la que cada 14 de enero se desplazan miles de feligreses acompañantes de la imagen de la patrona de los larenses en su visita a la capital, tampoco, hasta este miércoles, ha recibido el correspondiente mantenimiento para que esa manifestación de fe mariana se cumpla sin dificultad alguna.
En pleno cruce hacia el norte, en sentido oeste-este, algún organismo hizo, o trató de hacer unos trabajos, dejando destrozados varios metros de capa asfáltica en pleno semáforo, lo que, sin duda alguna, podría impedir el desplazamiento normal de la procesión.
Igualmente, a pocos metros, en sentido este-oeste, existe una filtración de agua que ha formado un hueco y laguna que obliga a los conductores a desviarse para que sus vehículos no sufran algún desperfecto.
Son obstáculos que, a pocos días de la tradicional procesión, no han sido eliminados.