Con gritos de libertad inició el año 2018 en Venezuela, por lo tanto estamos seguros que conseguiremos la libertad que tanto anhela el pueblo.
Así lo manifestó el diputado a la Asamblea Nacional, Omar González, quien aseguró que ya los venezolanos no soportan al régimen de Nicolás Maduro, por lo que han decidido protestar su descontento públicamente.
“En los últimos días del 2017 y en la primera jornada del nuevo año, miles de venezolanos tomaron las calles para protestar convirtiendo las festividades en un reclamo en contra de la gestión de Nicolás Maduro”, comentó.
Asegura que no hubo celebración de ningún tipo, lo que se traduce en que los venezolanos “pasamos un diciembre triste debido a la escasez, el alto costo de la vida y por el recuerdo de aquellos familiares que han optado en irse del país como consecuencia a la crisis que padecemos”.
El representante anzoatiguense ante el Parlamento Nacional señaló que miles de venezolanos no realizaron cenas de Navidad o de Fin de Año, y menos realizaron las tradiciones de las fechas como resultado a la situación económica que se sufre dentro de la nación.
Manifestó que este malestar se transformó en un grito de libertad y se escucha por todos los rincones de Venezuela, lo que vislumbra un «nuevo año combativo».
El parlamentario igualmente señaló que la inflación se agudiza con los incrementos salariales decretados por la Presidencia de la República, en referencia al último aumento anunciado el mismo 31 de diciembre del 2017.
El dirigente de Vente Venezuela explicó que el ajuste salarial no alcanzan ni para comprar un kilo de alas de pollo en los mercados municipales.
«A quién tratan de engañar. La emergencia económica se agrava con el paso del día y mientras Maduro esté en Miraflores no existirá salida a la realidad actual», resaltó.
Aseguró que los incrementos salariales son parte del problema mientras suscita un sistema económico equivocado y que cercene la libertad y el libre mercado.
Hizo referencia a la política monetaria del Gobierno nacional a través de la propuesta del Petro, enmarcado en las denominadas cripto-monedas, al acusarlas como «otro invento del régimen».
Insistió que este planteamiento, aunque posee asidero económico como admiten algunos economistas independientes del país, no tendrá buen fin porque se lo consumirá la ola de corrupción que yace en el seno del régimen.
«No hay medida que sirva y que le dé solución a la gravedad venezolana mientras quienes crearon la crisis sigan al frente del país. Solo el cambio de ideas y de personas pueden darle vialidad a un viraje en la conducción de este barco que llamamos Venezuela».