Para recordar: “Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos” (Daniel 7:10)
No podemos precisar cuántos conocen, que actualmente en el cielo, se está haciendo un juicio para cada habitante de la tierra. Aunque la profecía de Daniel 7, habla sobre la historia de los reinos desde Babilonia hasta hoy, muestra que unos se perderán, pero millones de millones se salvarán y estarán junto al Juez.
Los medios o redes sociales unen a millones de personas. Entre otros está el WhatsApp, para teléfonos inteligentes, creado por JanKoum, en 2009 (www.lacapital.com.ar), por donde cada día, se pasan unos 60 mil millones de mensajes (minutouno.com).
Todo medio de comunicación o de red social tiene su pro y su contra, pero a la conclusión que generalmente llegamos: La culpa no es del medio, sino del usuario. Por allí enviamos mensajes: Particulares, de crecimiento personal, informativos, científicos, graciosos, espeluznantes, espirituales y otros no tan espirituales. Hoy más que nunca: ¡El mundo se la pasa leyendo, viendo o escuchando!
El WhatsApp unió nuestros números telefónicos y sólo pertenecíamos a un grupo de nuestra iglesia, pero hace muy poco, una excompañera de estudios del bachillerato, hoy analista de sistemas, Elvira Bravo, nos invitó a incluirnos en el grupo de “Los panas LMBI 1973” y aceptamos con gusto tal invitación.
¡Cuán grato fue el momento de sentir que de pronto, en unos minutos, habíamos entrado en una especie de “túnel del tiempo”, cuando varios de ellos, en medio de la bienvenida, juntos retrocedimos, y perdonen la distancia, unos 50 años atrás, contando anécdotas de aquella época, que incluían a mí hermano Claudio!
Amigos desde la edad escolar, compartiendo en instituciones educativas como: La Escuela Nacional Dr. Pablo Acosta Ortíz; otros venían del Colegio San Vicente de Paul y nos fusionamos en el Liceo Mario Briceño Iragorry y de allí el nombre del grupo y nuestro título.
Hoy, a pesar que tristemente algunos no están tan cerca, porque debieron o tuvieronque tomar la decisión de irse del país,contamos con un medio que nosaproxima.
Entre los que encabezaron la bienvenida estuvieron: Oswaldo Sayago, Reinamar Sisirucá (contadores públicos); Alí Alvarado, Ramón Aguilar, Joan Strauss (médicos); Andrés Paso, Briseida Casique, Aida Andrade, Zulma Molina (docentes); Carmen Alicia Prato, Rubén Vivas, Jhonny Sánchez (ingenieros); María Teresa Cuello (secretaria ejecutiva), Mildred Reyes, Aníbal Benites, Roger Matute, Pedro Sánchez (comerciantes).
La lista reúne unos 40 o más amigos, que también intervienen y por cuestión de espacio no pudimos nombrarlos a todos, pero nos damos una idea de la cantidad y la calidad de personas, producto de padres, madres, instituciones y docentes, cuyos frutos compartimos día a día: Alegrías, conocimiento,dolor, esperanza, fe, solidaridad y mucho más.
Dios permitió el aumento de la ciencia, pero la noticia del juicio divino se expande como las numerosas personas que conforman elWhatsApp u otros medios. Y seremos millones que muy pronto estaremos unidos por la eternidad en la Patria celestial (ver Juan 14:1-3), donde esperamos encontrarnos con:Los “panas”, familiares y todo el que acepte la invitación.
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