Este martes, la situación en los comercios del bulevar de la avenida 20 continuaba tensa. En los comercios, especialmente en las zapaterías, reforzaron las medidas de seguridad, en las entradas y salidas fijaron un personal para controlar a la clientela pues temen que repentinamente se formen alborotos.
Después de que el fin de semana la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) ordenara el ajuste de precios de hasta un 50% menos, anuncio que originó un bullicio y hasta episodios de violencia, los trabajadores continúan alarmados por el temor de que esto se repita y perjudique su trabajo.
Jesús Bracho, encargado de la zapatería Minerva, ubicada en la carrera 25, dijo que sus empleados también temen que la empresa se quede sin mercancía y sean obligados a vender a pérdida porque sus puestos de trabajo se verían comprometidos.
En este tipo de establecimientos, los trabajadores también tienen ingresos por cantidad de ventas, pero si la empresa no percibe ganancias por la venta del producto, estos pagos extras tampoco podrán hacerse.
Es por esto que ayer decidieron reunirse con el resto de sus compañeros que laboran en comercios de la 20 para coordinar su dinámica de trabajo en caso de nuevas fiscalizaciones u órdenes arbitrarias, e igualmente convinieron en apoyar a su patrono.
El representante de Minerva dijo que algunas personas pernoctaron en las afueras del comercio esperando que subieran las santamarías, sin embargo se sorprendieron porque no encontraron los precios que esperaban. “Nosotros fuimos fiscalizados pero demostramos con facturas que nuestro margen de ganancia es menor al 30% como lo indica la ley y como todo estaba en orden, no hubo necesidad de ajustar los precios” puntualizó.
Quienes esperaban ansiosos por ingresar al local, pocos minutos después salían por la otra puerta sin bolsas en las manos, dijeron que los zapatos estaban muy caros, para ellos resulta inexplicable que un par de zapatos casuales de caballero cueste 700 mil bolívares.
El propietario de otra zapatería admitió que ciertamente hay comerciantes que aprovechan la temporada para “abusar” con los precios, algunos marcan a más del doble de su costo y cambian de precio conforme se acerquen las fechas festivas o de acuerdo al valor del dólar no preferencial, pero a juicio de este comerciante que pidió omitir su nombre, no es lo correcto porque el ejercicio del comercio tiene sus normas.
También indicó que muchos de los que aprovecharon las medidas abruptas de la Sundde son revendedores o “bachaqueros” que van a ofrecer la mercancía sin tomar en cuenta su valor original y además éstos no tienen que pagar impuestos, patentes, servicios ni empleados.
“Son medidas equivocadas, las cosas no deben hacerse así porque esto trae más daños a la economía, a quienes seguimos en pie” dijo un árabe de la tienda El Ciclón ubicada en la avenida 20 con 28 y 29, quien fue obligado a descontar su mercancía un 30%.