Macario González visito el fin de semana distintos mercados populares continuando su cita con la verdad, palpando calamidades y sumándose al dolor que aflige a la población en estos momentos de dramatismo.
Durante una estrecha agenda como candidato a la alcaldía de Iribarren, pisó además comunidades lejanas donde difundió su voluntad para enfrentar y resolver los aspectos más importantes que golpean a la sociedad barquisimetana, una vez retome la responsabilidad como gerente de la ciudad.
Certificó las necesidades más apremiantes que tienen las familias del caserío Tapa de Piedra en la recta de Padre Diego, ubicado aproximadamente a 20 kms de Quíbor, municipio Jiménez y 25 kms de Barquisimeto, Iribarren, parroquia Juan De Villegas.
Se trata de un asentamiento sin servicios básicos. No hay agua potable ni alumbrado.
Es una comunidad desconocida y marginada por los virtuosos del gobierno que ni siquiera saben donde está ubicada. “Voy a darle un rostro distinto a esto”, adelantó.
A pesar de ser una colectividad chavista se alentaron con las exposiciones del candidato a quien le expresaron apoyo cansados de tanto abandono oficial, exhibiendo además la disposición de defender sus votos este domingo 10 de diciembre.
Macario González incentivó a los lugareños revelando que no se trata de una ambición burocrática, sino de la garantía de comenzar a trabajar por la recuperación de estos lugares desde el municipio para una mejor vida de los menesterosos.
Posteriormente se trasladó hasta las instalaciones del mercado terepaima donde saludó a comerciantes y transeúntes, quienes se agruparon para expresar preocupaciones y escuchar proposiciones recibiendo un cálido afecto, manifestando que los candidatos oficialistas no se atreven a competirlo por no estar cerca de este refugio donde se nutren los precios alimentarios que alarman al comprador.
Es en estos centros donde hay que meter en cintura a los bachaqueros, e imponer respeto en los precios de los productos, apuntó.
Ambos conglomerados recordaron que durante el primer mandato del aspirante no había crisis en dichos lugares y existía respeto y consideración en todos los aspectos.
Muchos sectores han visto en las propuestas de Macario una tabla de salvación, como en la corporación Cecosesola de Barrio Unión, El Ujano, mercadito de Tamaca y mercado San Juan, por donde igualmente caminó.
En su encuentro con todas las clases populares, y en cada una de esas visitas, el abogado y docente ha insistido en que, de instalarse en el cargo, trabajará por recuperar los valores propios de cada comunidad.