Buena Vista es una de las parroquias con mayor potencial turístico en el municipio Iribarren, pero, lamentablemente, nunca ha recibido la merecida atención por parte de quienes han dirigido la alcaldía.
La ploblación, con un clima agradable, rodeada de montañas y manantiales, no posee una vía segura para que residentes puedan ingresar y salir cuando les sea necesario pues varios tramos de la carretera que les une con la intercomunal se hacen intransitables en temporadas de invierno.
“Lo que pasa es que la alcaldía sólo actúa cuando se registra un derrumbe; echan las piedras y tierra a un lado y ya está, a esperar que se vuelva a derrumbar”, declaró un viajero.
También la vialidad interna en Buena Vista deja mucho que desear, comenzando desde la entrada que, con cualquier aguacero, se inunda con barro procedente de las partes altas debido a la inexistencia de cunetas por donde circulen las aguas.
Más adelante, al lado de la escuela, en plena calle principal, existe un parque infantil que carece por completo de mantenimiento y los niños deben utilizar los aparatos allí ubicados entre la maleza, con el riesgo de ser mordidos por alguna culebra.
A eso se agrega la carencia de alumbrado para que puedan utilizarlo en horas de la noche.
Y al lado está la quebrada que cruza la población en sentido sur-norte que, desde hace muchos años, los habitantes están pidiendo, implorando, sea canalizada, pero nunca les han hecho caso en la gobernación o la alcaldía.
En la misma condición se encuentra la otra quebrada de la capital parroquial.
En cuanto a la vialidad, desde hace mucho tiempo no es atendida desde la alcaldía de Iribarren, por lo que los huecos y zanjas se han venido multiplicando.
Algo que también llama la atención en Buena Vista es el techo del liceo Simón Planas, que, pese a que desde hace años el asbesto fue calificado como peligroso por ser causante de enfermedades, no ha sido cambiado.
“Los alumnos y los docentes nos hemos cansado de pedir al ministerio de Educación cambien esos techos para que no sigan enfermándose las personas, incluso con cáncer, pero no nos hacen caso, como si no les importáramos en absoluto.
Además del techo, el liceo también carece de baños pues los existentes, por su antiguedad, están completamente colapsado, sin poder ser utilizados.
“Nadie, mucho menos las mujeres, podemos entrar a esos baños porque nos enfermamo”, dijo, Ana María. una alumna.