La mejor etapa de nuestro viaje vital es cuando necesitamos muy pocas pertenencias y buscamos luces que nos acompañen hacia la incertidumbre cósmica, aunque para los hombres de fe existe la certidumbre del Padre Nuestro y la oferta de un mañana sin calendarios.
Entrado en esa etapa donde la ciencia y la literatura son una convergencia ontológica donde se refugia el desapego ante lo temporal y por ello sabemos que el gato de schrodinger es una mascota detrás de los espejos que huye de nosotros por el jardín de los senderos que se bifurcan. Así, revisando el aquí y ahora que nos contiene pude observar a Venezuela sin dolor ni llanto y saque a mi país de la lista de Burundi y el Congo para reposicionarla en el pedestal de la esperanza ecuménica.
Es verdad como dice Andrés Velásquez que en el estado Bolívar hay más de 200 mil casos de paludismo y que más del 25 por ciento de nuestros niños están condenados al retraso mental a causa de la desnutrición, cifras dadas por Susana Rafalli. Todo esto es verdad y mucho mas pero no somos Burundi porque nuestras universidades están entre las mejores de Latinoamérica, porque tenemos uno de los mejores sistemas de orquestas infantiles del planeta, porque en Carora existe la única raza bovina de leche del Trópico, porque cuando estamos tristes y pesimistas emerge el brillo de personas maravillosas que le dan un giro de luz a la esperanza.
El domingo pasado estaba alicaído porque sentía lluvia de Vallejo sobre nuestra orfandad democrática y desde la ventana de mis penas veía mancillado el recuerdo de Roque Dalton por falsos homenajes de la izquierda política. Volteé mi vista hacia la ventana ajena de Rosario Anzola y de pronto se descorrió el velo de amargura ante mis ojos y el vigor de su prosa inspirada, esta vez en Lía Bermúdez me regaló un recorrido por el Ulyses de Joyce entrelazado con los versos de Antonio Machado, en abrazo de luz victoriosa contra el pesimismo instalado en las redes sociales.
Sí, es verdad, tenemos índices socioeconómicos devastadores, hay gente comiendo en la basura, compatriotas muriendo de mengua por hambre y enfermedades, es cierto, somos el capítulo sobre el infierno que le falta a la Divina Comedia, la sala de castigos que no describió Milton en El Paraíso Perdido. Todo es verdad pero también es cierto que todavía tenemos luces encendidas y con ellas debemos retomar la ruta para cruzar el Jordán, porque Dios no pone sobre nuestras espaldas un peso que no podamos cargar.
El domingo pasado vacié mi alforja de lamentos y la llené con luces de gente que conozco y que enaltecen la condición humana, como Yuyita quien mostró nuevas facetas de su vida en entrevista con José Luis Yépez, Liliana Rodríguez un alma noble entregada al servicio de la caridad cristiana, Joel Rodríguez Ramos y Jorge Rosell para quienes el Derecho es un Voto de honestidad, Nelly Velásquez rectora de la UCLA y Salamanca, Yoly mi Ángel guardián y como ellos muchos, todos luces encendidas que plenan las alforjas de quienes peregrinos andamos en las fronteras de los misterios cuánticos.
Tengamos fe que la zarza ardiente pronto le quemará los ojos a los heraldos negros, digo yo, copiándome de Adrián. Dios con nosotros.
Luces en mi alforja
-
- Publicidad -
- Publicidad -
Más leido hoy
Maduro da plazo de 72 horas a TikTok para retirar retos luego de muerte de dos niños #19Nov
Nicolás Maduro anunció que ordenó a Conatel, comunicarse con los representantes de TikTok para que retiren a más tardar en 72 horas contenido en Venezuela
- Publicidad -
Debes leer
F1: Verstappen conquista su 4to campeonato tras barrida de Mercedes en Las Vegas #24Nov
A la pregunta sobre cómo planeaba celebrar su cuarto campeonato consecutivo de la Fórmula 1, Max Verstappen escudriñó la sala en busca de una gota de alcohol.“Bueno, se me acabó la cerveza, así que no sé”, dijo.
- Publicidad -
- Publicidad -