A la vista de la gerencia de los Astros de Houston, no hay límites conocidos para el segunda base venezolano José Altuve en cuanto a su capacidad para mejorar año a año en diferentes aspectos del juego y el hecho de haber obtenido por primera vez en su carrera el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana y haber ayudado al equipo a ser campeón por primera vez en su historia en las Grandes Ligas, sólo es muestra de lo que puede estar por venir.
Al menos eso se desprende de las declaraciones ofrecidas por Jeff Luhnow a Sporting News, al reconocer que jamás sospechó el tipo de pelotero en que podía convertirse cuando logró que firmase una extensión de su contrato por cuatro años y 12.5 millones de dólares que incluye opciones para 2018 y 2019 por 6 y 6.5 milllones, respectivamente, lo que lo deja fuera de la agencia libre hasta entonces y bajo control de los texanos.
“Para ser franco, ni siquiera sabemos lo que el futuro nos depara con él. Cada vez que la gente le impone un límite a lo que él podría lograr, parece que simplemente atravesase esos límites sin problemas”, afirmó Luhnow.
“Él (Altuve) era un All-Star en mi primer año con los Astros, un jugador joven que había llegado a las Grandes Ligas y al que veía como un jugador regular de todos los días en la segunda base que podía ser parte de un equipo campeón. Pero yo no creo que alguien se imaginaba la trayectoria que su carrera ha tenido y el modo en que ha estado progresando”, admitió el directivo.
En 2013 la organización apostó por él y no les salió mal la jugada, cuando solían perder más de 100 juegos y en el horizonte aún no se asomaban los George Springer o Carlos Correa. Ahora les bateó .346 con 24 jonrones, 81 remolques, 32 bases robadas y 204 cuatro hits, además de 39 dobles, con un salario de apenas 4.5 millones. Un negocio redondo.
Aquel segundo tryout
Por su parte, el venezolano Alfredo Pedrique, antiguo asistente especial de los Astros como evaluador de talento, evocó el momento en que Altuve se mostró en un tryout en Venezuela para los texanos tras haber sido rechazado por Atlanta, Cachorros de Chicago, Angelinos de Los Ángeles, Yanquis de Nueva York, Atléticos de Oakland, Gigantes de San Francisco y Rays de Tampa Bay.
“Venir a nosotros era su última oportunidad”, le declaró al Houston Chronicle. También fue rechazado ese día y vino por segundo día seguido por su cuenta, incluso para ofrecer que “firmaba gratis”, si era necesario. Al final lo hizo por apenas 15 mil dólares ante la contradicción de scouts que veían en él a un jugador muy diminuto para brillar en lo profesional.
Su actitud siempre lo fue todo. “Uno puede ver que se divierte. La sonrisa en su rostro y la forma como camina en el campo al que siente que pertenece”, comentó Pedrique. “Mientras los Astros mejoraban (en años anteriores), Altuve también lo hizo”, dijo por su lado el manager A.J. Hinch. Un perfeccionista es ahora el rey de la Americana.
