Su cara estaba bastante hinchada y apenas podía mover su boca para hablar. Sin embargo, sacó fuerzas para contar cómo casi la asesinó el indigente que tenía meses causando problemas en el este de Barquisimeto. Es que quiere hacer todo lo posible para que ese “loco” no cause más daño.
Su nombre es Betzabeth Martínez y tiene 34 años de edad. El lunes, como cualquier otro día, pretendía llevar a su hija mayor a clases pero terminó recluida en una clínica en la que pasó casi tres días.
Iba a bordo de su Ford Laser del año 2002 por la avenida sentido Barquisimeto-Cabudare junto a la adolescente de 13 años de edad que debía dejar en el Colegio Andrés Bello.
Eran las 10:40 a.m., aproximadamente, cuando Martínez pasaba a un lado del centro empresarial Atrium. Fue entonces que entró en escena un indigente de piel oscura que acababa de cruzar la calle por la que ella transitaba hacia la isla (de derecha a izquierda).
Instintivamente a Martínez se le ocurrió girar la cabeza hacia la izquierda para detallar al hombre cuando pasaba a su lado; pero escuetamente alcanzó a ver que una piedra se acercaba a su rostro. La fuerza con la que la lanzó fue tal que rompió el vidrio, traspasó el papel ahumado e impactó en su nariz.
“La gente me pregunta que si le toqué corneta porque eso pudo haberle irritado pero no, no lo hice. Al carro ni siquiera le sirve la corneta”, dijo Martínez.
Tras la pedrada se le fue un poco hacia la derecha el automóvil pero como pudo mantuvo el control del mismo. Con una mano sobre su cara intentaba contener el sangrado y con la otra conducía hacia un centro asistencial.
Escoltada por un vehículo desconocido que iba detrás de ella durante lo suscitado, la mujer de 34 años de edad llegó a la Policlínica Barquisimeto. Tenía fractura del macizo fronto-nasal, múltiples heridas en el rostro y edemas generalizados en la parte maxilar, frontal y etmoidal.
“Si la piedra le pega un poquito más hacia la sien, la mata”, comentaron allegados.
Fue intervenida quirúrgicamente para la reconstrucción de parte de su rostro. Le agarraron al menos 15 puntos de sutura.
La familia tuvo que gastar más de 15 millones de bolívares en la operación.
Después golpeó a una señora y rompió parabrisas
Tan solo minutos después de enterarse de lo ocurrido y luego de cerciorarse de que su esposa estaba siendo atendida; Henry Agüero y familiares acudieron a las autoridades para buscar al conocido indigente del este de la ciudad pero no lo halló.
Fue en horas de la tarde que pudo ubicarlo sentado en un banco de la torre Inter (situada en la avenida Los Leones). Estaba dormido, se había cambiado la franela y en sus piernas tenía un tubo metálico y un cuchillo largo.
Agüero alertó de nuevo a las autoridades y funcionarios de la Policía del estado Lara intentaron agarrarlo. Corría, evadía y amenazaba con hacer daño a quien lo tocara.
“No me voy a dejar agarrar y si me agarran me van a soltar porque soy loco”, gritaba.
Alterado empezó a golpear lo que se le atravesaba con el tubo. Partió vidrios de al menos 10 carros y fracturó el brazo de una señora que se le cruzó.
Entre 12 funcionarios (tres militares) no podían someterlo pero fue entonces que a un guardia nacional se le ocurrió disparar en la pierna del “loco” en una zona despejada. Dos balas impidieron que siguiera corriendo.
“Lo dejaron dormir la siesta y después se puso como loco. Destruyó 18 carros entre la bomba Texaco y El Paseo”, dijo Agüero.
Ante la justicia
El indigente se llama Maximiliano y es de procedencia colombiana. Es conocido en la zona como El Parce y en el consulado aparece como Máximo Babel.
Contaron familiares de Martínez que este individuo tiene aproximadamente un año y cinco meses deambulando en el este de Barquisimeto.
No obstante, otras personas lo vieron desde el año 2014 limpiando vidrios en los semáforos del sector y consumiendo drogas.
El del lunes no fue su primer episodio de violencia, puesto que ya habría causado daños a carros en El Parral y El Pedregal, como también a una garita de vigilancia.
Las autoridades no habían tomado cartas en el asunto pero ahora se encuentra detenido en el Destacamento 121 de la GNB.
El caso lo lleva la Fiscalía 28 (a cargo Gloria Briceño) del Ministerio Público en Lara. Este miércoles pasaron el expediente por las lesiones hacia Martínez de Agüero y será imputado por feminicidio frustrado.
“Pido que esto no quede impune porque puede pasarle a cualquiera; este drogadicto puede matar un niño. Eviten más problemas y saquen a ese hombre de aquí. Ahorita en los semáforos nadie puede pararse tranquilo”, sentenció la madre de la muchacha, Huria de Martínez.